Verónica Ilustrada – Cap II

El relato de su madre genero extrañas sensaciones en Paulina. Ansiosa por inmortalizar lo vivido, esa misma noche se apresuró a encerrarse en su habitación para escribirlo todo en su íntimo diario de vida. Sin embargo, se llevó una gran sorpresa cuando no lo encontró en su mochila. Estaba segura que lo había llevado a clases, temerosa de que su madre descubriera lo que le había pasado en el autobús con aquel hombre. Apenas pudo dormir esa noche. Nuestra joven protagonista no tardara en descubrir quién robo su diario y cuál será la forma de recuperarlo.

Cristina siente culpa y remordimiento. Sabe que tío Antonio la ayudó en un momento en que se sentía perdida y dominada por aquellas insanas sensaciones. Esta consciente que después de lo sucedido en la casa del señor Reyes, sus películas, por muy morbosas que fueran, ya no bastarían para acallar los gritos de placer que retumban en su cuerpo. La única solución que tiene a mano, es convencer a su tío-suegro de volver a su antiguo acuerdo. Será capaz la bella esposa y madre de convencerlo para que la vuelva a fotografiar, admirar y chupar.

 Benito esta obligado a esperar la siguiente sesión que Marta pueda conseguir con su joven vecina. Su creciente ansiedad lo tiene al borde de la desesperación; por suerte, una visita inesperada en su oficina lo distraerá un momento de aquel calvario. Por otro lado, Tatiana se siente muy agradecida con sus benefactores, pero también culpable por no poder pagar de alguna manera su desinteresada ayuda. Será la inescrupulosa Marta, con su incipiente habilidad embaucadora y sus convenientes dotes de actriz, quién descubrirá la forma de aprovechar los inocentes sentimientos de la dulce Tatiana en beneficio del morboso matrimonio y sus insanos juegos.

 Paola se prepara para una importante fiesta que reunirá a los principales accionistas, socios y abogados del bufete de su marido. Busca desesperada el vestido ideal, aquel que la convierta en el alma de la noche. Al fin lo encuentra en el lugar más inesperado y de la forma más extraña. La velada es elegante y esta plagada de hombres poderosos que la miran con deseo y Juan Pablo la deja sola. Decide escapar fuera de la mansión, un paseo por los jardines con un guía inesperado terminara en la revelación más dolorosa.