Deseo prohibido

La droga tiene efectos extraordinarios en Mónica, la hermosa madre de descendencia italiana; a tal grado que incluso las peticiones más descabelladas de su perverso muchacho son tomadas como ordenes imposibles de desobedecer por la fabulosa mujer. Laureano está preparando una noche en la que incluso pretende que participe su preciosa hermana Jessica. Para eso le encarga a su sumisa madre que prepare a la joven mientras él sale a conseguir más de las espectaculares pastillas que consiguió con el inescrupuloso veterinario. Sin embargo, lo que debía ser una simple transacción comercial, se convierte en una esclarecedora explicación de los inesperados efectos de aquella fantástica y exclusiva droga.

Después de los increíbles acontecimientos protagonizados por madre e hijo, Mónica está viviendo días horribles. Llena de remordimiento y vergüenza, la hermosa mujer de rasgos italianos no puede creer haber sido capaz de entregarse a ese insano acto sexual con Laureano, su vástago regalón. Por si esto fuera poco, también le atormenta haber sido sorprendida por Jessica, su hija y hermana de Laureano, en aquel incestuoso taboo. Sin embargo, pese a todas las culpas y arrepentimientos, la escultural madre decide que debe hablar con sus hijos y arreglar toda la locura en la que se han visto envueltos. Por su parte, Jessica empieza a sentir extrañas sensaciones cada vez que rememora en su cabeza el insano acto perpetrado por su madre. Mientras, Laureano, maquiavélico orquestador de todas las desgracias de Mónica, sigue decidido a desquitarse con su madre por su decisión de contraer matrimonio sin su consentimiento.

Jessica no puede creer lo que ha visto. Laureano y su madre están teniendo relaciones incestuosas en su propia casa. La joven no puede aguantar la ira y otras muchas sensaciones inexplicables que la dominan. Decide encarar a su hermano y enfrentarlo ante la atrocidad que está cometiendo. Sin embargo, para sorpresa de la atractiva hermana, el muchacho se defiende, asegurándole que Mónica, su madre, lo ha seducido; y para demostrárselo le propone una morbosa prueba. Por si fuera poco, el malévolo y desquiciado Laureano, no resiste las ganas de seguir castigando a su madre una vez pasado el efecto de la droga usada para calentar a vacas y yeguas.

Mónica cree despertar de una pesadilla, pero los recuerdos son muy vividos y no tarda en comprender, desesperada, que a mantenido relaciones sexuales con su hijo, Laureano. Muerta de la angustia enfrenta al muchacho, culpándolo de todo lo sucedido. Él, sin faltar a la verdad, le recuerda que solo hizo lo que ella le había pedido. La pobre madre termina aceptando que tiene razón, ella había caído en un frenesí inusitado de deseos que no supo controlar. Sin embargo, le hace prometer que, sin importar lo que pase en el futuro, él no debe satisfacerla por ningún motivo. Laureano acepta, pero, nada más su madre se descuida, el muy pillo saca las mágicas pastillas veterinarias de su cajón, aquellas que se les da a las yeguas para que no resistan las ganas de aparearse.

En este primer capítulo conoceremos la vida cotidiana de Mónica; su trabajo y la íntima relación que mantiene con sus hijos. Sabremos acerca de sus motivaciones para mantenerse totalmente inmaculada durante la niñez de sus pequeños y de como tuvo que soportar el continuo acoso por parte de su jefe por muchos años. Veremos como Carlos, nuevo socio mayoritario de la compañía, se termina ganando su corazón y el derecho a convertirse en su nuevo marido. Seremos testigos del fuerte enfrentamiento que sufre Mónica con su hijo adolescente, Lauriano, que no soporta la idea de que su adorada madre se entregué a otro hombre. De ahí en más, nos adentraremos en la turbia conciencia del atribulado joven, quien, cegado por los celos y los deseos, pone en marcha un plan desesperado para convertir a su propia madre en su mujer.