Tatiana

Tatiana debe decirle cara a cara a la señora Marta que ha decidido no participar de las reuniones. Lo hace por don Benito y el amor que se profesan, pero esto, claro está, no puede confesarlo ante su amiga. Los acontecimientos ocurridos en este capitulo serán el caldo de cultivo para la vorágine de perversión y lujuria que nuestros protagonistas están condenados a vivir.

Benito hace años que no está en condiciones de complacer a una mujer por segunda vez en la misma velada. Sin embargo, esa noche no está con una mujer común y corriente, está con una diosa. La segunda tanda de sexo desenfrenado es tanto o más fogosa que la primera. Tatiana experimenta un susto de muerte y una tortura digna de los momentos más terribles de la inquisición. Todo para complacer a don Benito y convertirse en una mujer digna de su vecino…, y claro, de su marido.

¡Pero qué mierda! Si lo inoportuno tuviera grado alcohólico, Benito habría caído borracho en el acto, él y todo el maldito condominio. Miró el teléfono que seguía sonando. Tenía sujeto a su fiel compañero desde la base, a centímetros de la jugosa concha de Tatiana. El maldito aparato era una porquería antigua sin visor de llamadas. La incertidumbre del quién y el por qué era precisamente la razón por la cual ahora no podía hacer oídos sordos y seguir con el fantástico sueño que estaba viviendo.

Tatiana está fascinada con el camino lleno de placer y deseo que está tomando la noche. Ha disfrutado de un tratamiento muy placentero con la ausencia de la señora Marta y ahora se ha entregado a la tarea de ayudar a don Benito a calmar sus necesidades de hombre. No obstante, la bella Tati sigue sintiendo esos celos enfermizos que no puede evitar exteriorizar. Así es como Benito empieza a atar cabos hasta que al fin vislumbra la verdad que tantos problemas le ha suscitado.

Edición Portada Especial. Sinceros agradecimientos a Stoper por su increible modelación de Tatiana.

Tatiana está en casa de don Benito. El esmero que puso en acicalarse para la ocasión la convirtió en una criatura al borde de la divinidad. Ella pensaba que don Benito solo iba a verla de pasada, pero los extraños designios del destino han hecho que la señora Marta y sus amigas decidieran celebrar en otro lugar. Benito está muy satisfecho con los resultados de su plan. Ahora solo debe buscar despertar en Tatiana la necesidad de ser atendida y convencerla de ir un paso más allá en su muy particular preparación.

Marta es víctima de su excitación insatisfecha y termina disfrutando el trabado reclutamiento de Patricio. Benito pone en práctica su plan para adelantarse a los planes de su intransigente mujer. Así empieza a desenredarse la táctica del decano para llegar a poseer a su joven vecina. Tatiana recibe una sorpresiva invitación cuando menos se lo espera.

Benito debe conseguir llegar a Tatiana antes que Marta la llevé y la encamé con Patricio. Para eso deberá controlar su acalorado temperamento y ser más listo que su mujer. Marta, por su parte, debe empezar a preparar todo para el gran espectáculo que espera resuelva el problema estúpidamente romántico de Tatiana y Benito.

Tatiana ha quedado a merced de don Patricio. Benjita llora desde su habitación, desesperado por la leche de su madre. Benito no quiere admitir los sentimientos que le nublan la razón y Marta tendrá que tomar una drástica decisión para tratar de salvar los planes que tiene con su joven y hermosa vecina. Tatiana, pese a la angustiosa situación en que se metió por ingenua, se entera de algo que la hace sentir muy bien.

Tatiana esta desconsolada por la reacción iracunda de don Benito y sus duras criticas hacia sus capacidades como mujer. En su cabeza comienza a entender que los únicos culpables de todo lo sucedido son su vergüenza y su timidez. Cuando don Pedro vuelve a su casa, Tatiana verá la oportunidad para enmendar sus errores y demostrarles a todos que ella no es una niña tonta e ignorante.

La morbosa escena en la casa de Tatiana, justo en el momento en que Patricio se disponía a darle de azotes a la hermosa rubia frente a los ansiosos ojos de la señora Marta, se ve repentinamente interrumpida. Esto abrirá las puertas a una revelación inesperada, que afectará de diversas formas los planes de Marta y Benito.

«Tatiana vio como la señora Marta, tan o más entusiasmada que ella, le habría la puerta del dormitorio. Frente a ella apareció el pasillo, el camino que conducía a la sala donde debía probar su valía de hembra. Al fondo, a mano derecha, pudo ver el rellano iluminado que daba paso al lugar donde la esperaba ese extraño, seguramente ansioso por verla lucir su despampanante anatomía. Se detuvo junto a la señora Marta y se inclinó para darle un fuerte y sincero abrazó.

―Gracias, señora Marta ―le dijo con franco sentimiento―. No sé qué haría sin su apoyo. ―Luego, salió al pasillo. Sus tacos resonaron, advirtiéndole a aquel canalla que la dueña de casa iba en camino.»

Tatiana se encuentra en una incomoda situación. El contacto íntimo con su madura amiga no es lo mismo cuando don Benito no está. Así, las insanas instrucciones de su experimentada amiga se volverán muy crueles para la esforzada joven. Luego, al día siguiente, las expectativas de la motivada estudiante aumentan sobremanera cuando la señora Marta comienza la introducción teórica de los ejercicios que pondrán en práctica esa tarde. Por otro lado, Benito recibe una visita que le trae una noticia que lo lastimará, y que le hará cometer errores que lamentará profundamente.

Tatiana está confundida. Se siente culpable por los sentimientos que esta empezando a sentir por don Benito, el marido de su amiga y mentora. También se cuestiona el innatural contacto que mantuvo con la señora Marta. Sin embargo, pese a estas culpas y dudas, no puede evitar desear con desesperación seguir con su entrenamiento. Así, al día siguiente de la fantástica experiencia, donde terminó por beberse todo el simiente de su caritativo vecino, la rubia recibirá nuevamente en su casa a la mujer que le ha prometido convertirla en una digna esposa y amante para su Pedro. Pero la inocente Tatiana no sabe lo que le espera, pues, la única persona que no llegó al orgasmo la tarde anterior y que tiene todos esos deseos acumulados, es precisamente su maestra, con quien se comprometió a seguir todas sus instrucciones.

Tatiana está desesperada. la promesa de la señora Marta de convertirla en toda una mujer mantienen el ímpetu de satisfacer sus deseos a raya, pero no sabe cuanto más podrá aguantar las ganas de meterse la verga del marido de su amiga a la boca. La joven dueña de casa sigue en el juego de su supuesta mentora, ignorante de las verdaderas intensiones de sus maduros vecinos. Sin embargo, la exquisita rubia terminará sorprendiendo en grado máximo a la pareja de truhanes.

Tatiana ya ha sido atendida. Sus pechos están relajados después del efusivo tratamiento al cual fueron sometidos. Ahora Marta procederá con la segunda clase para convertir a su inocente vecina en una mujer con su libido desarrollado. Para esto, Benito cumple un rol fundamental en los planes de la hábil embaucadora. Para la joven e ingenua rubia, no queda más que esperar para saber que aprenderá en esta esperada sesión y que ejercicios deberá practicar con su bien intencionado vecino.

Benito no puede más de la desesperación por enterarse de los detalles de la proeza de Marta. La reunión con sus vecinos fue bastante movida, pero la mejor experiencia de la noche se dio cuando su mujer le cuenta los pormenores del misterio del enojo de Tatiana. Ahora solo les queda esperar el día lunes, cuando su hermosa e inocente vecina quedé sola, pues la astuta Marta tiene perversos planes para la segunda clase de la joven e ingenua Tati.

Marta se ha quedado en shock con la confesión de su joven vecina. ¿Será cierta tanta maravilla? La avispada embaucadora no perderá el tiempo y le ofrecerá a Tatiana todo su apoyo y conocimientos para educarla en todo los ámbitos que la espectacular rubia necesite.

Benito y Marta están angustiados. Todos sus planes se han ido por la borda por la desquiciada calentura de Benito. Tatiana esta muy molesta con su ex amiga, no comprende como la mujer que fuera su mentora y casi una hermana mayor pudiera haberle echo algo así. La joven se siente burlada y traicionada. Por otro lado, el juego del amigo secreto sigue funcionando. Ya se viene otra de las especiales reuniones del condominio y los regalos deben ser entregados.

 Benito esta obligado a esperar la siguiente sesión que Marta pueda conseguir con su joven vecina. Su creciente ansiedad lo tiene al borde de la desesperación; por suerte, una visita inesperada en su oficina lo distraerá un momento de aquel calvario. Por otro lado, Tatiana se siente muy agradecida con sus benefactores, pero también culpable por no poder pagar de alguna manera su desinteresada ayuda. Será la inescrupulosa Marta, con su incipiente habilidad embaucadora y sus convenientes dotes de actriz, quién descubrirá la forma de aprovechar los inocentes sentimientos de la dulce Tatiana en beneficio del morboso matrimonio y sus insanos juegos.

Tatiana hace poco dejó de amamantar a su primer bebé, pero su cuerpo no lo entiende y sigue produciendo leche a desmadre. Confía en Marta para encontrar la solución a su dilema, pero su confidente y supuesta amiga ve una oportunidad extraordinaria para que Benito conozca de primera mano las increíbles ubres de Tatiana.