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Una familia decente – Cap III

Karen no puede creer lo sucedido con don Priscilo, pero, muy a su pesar, tendrá que volver a entregarse al vil jardinero, debido a las infames amenazas de aquel hombre. Mientras tanto, los inocentes padres de Karen, comparten con don Urias, líder supuestamente intachable de la congregación, en el lejano hotel donde comparten las familias más respetables de la conservadora agrupación. Mientras su hija es obligada a entregar su cuerpo, Eduardo, ignorante de todo aquello, es puesto contra la pared cuando le piden comprometer la mano de su hija en matrimonio.