Gabriela – Cap LXV

La madrugada que se vivía al interior de la habitación de soltero de Alberto, el flacuchento, prometía ser larga, llena de sorpresas y posibilidades, un viaje a través de los límites del deseo y la lujuria. Gabriela, con su belleza y sensualidad, decidirá tomar el control, pretendiendo llevar a don Alberto a un nivel de placer nunca imaginado, buscando satisfacer sus más oscuros y perversos deseos. Este capítulo es una mezcla de belleza y decadencia, un contraste brutal entre la juventud y la vejez. Gabriela, con la mente perturbada y el cuerpo en llamas, se sumergirá en una experiencia que la llevará a disfrutar de una novedosa lujuria.