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Evelyn – Cap XXXIX

Evelyn, sintiéndose acorralada por las desdichadas vicisitudes acaecidas esa tarde en su casa, no sabe a quién recurrir por ayuda. Don Benito, por lo demás, no puede dejar de pensar en los perversos vicios en los que ha caído su nieta, rememorándolos una y otra vez, enturbiando cada vez más su, hasta ese momento, intachable moral. En tal escenario es que nuestra despampanante nenota decide que no le queda más remedio que pedirle consejo a la misma persona que la metió en tamaño lio, la misma que siempre acude en su auxilio, su incondicional amiga Claudia.