Deseo Prohibido – Cap II

Mónica cree despertar de una pesadilla, pero los recuerdos son muy vividos y no tarda en comprender, desesperada, que a mantenido relaciones sexuales con su hijo, Laureano. Muerta de la angustia enfrenta al muchacho, culpándolo de todo lo sucedido. Él, sin faltar a la verdad, le recuerda que solo hizo lo que ella le había pedido. La pobre madre termina aceptando que tiene razón, ella había caído en un frenesí inusitado de deseos que no supo controlar. Sin embargo, le hace prometer que, sin importar lo que pase en el futuro, él no debe satisfacerla por ningún motivo. Laureano acepta, pero, nada más su madre se descuida, el muy pillo saca las mágicas pastillas veterinarias de su cajón, aquellas que se les da a las yeguas para que no resistan las ganas de aparearse.