Tío Antonio no puede creer lo que acaba de vivir. Ha hecho suya a su despampanante sobrina de la forma más ruin. Si bien su infame socio y examigo a conseguido salir indemne de ese perverso encuentro amparado en el sufrimiento de la pobre de Cristina, Antonio está decidido a volver a ajustar cuentas con él. Sin embargo, eso de que no hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague, se le vuelve en contra cuando el inesperado comportamiento de Cristina vuelve a ponerlo en la más absoluta confusión, y luego bajo amenaza, cuando su dulce nuera lo requiere para hablar con él de algo muy importante. El tío-suegro no está dispuesto a presentarse a aquella reunión sin saber con certeza lo que ella sabe acerca de su participación en la terrible extorsión de la que ha sido víctima. Por tanto, irá a buscar respuestas con el único que puede dárselas, con Gustavo Reyes.

Don Benito, el señor que ha hecho las veces de abuelito de nuestra despampanante Evelyn, se verá sometido a una prueba de lo más tentadora. Y es que este buen hombre se siente con la responsabilidad moral de informar a la buena señora Isabel de lo que presenció el día que entró intempestivamente en su departamento y encontró a su bellísima hija Evelyn haciendo malabares desnuda con su mejor amiga. Hasta ahí, todo bien, puesto que más allá de lo que producen en él los recuerdos de la espectacular anatomía de aquella chiquilla que siempre ha visto con ojos de abuelo, está decidido a hacer lo correcto para que su madre tome catas en el asunto y corrija ese comportamiento impropio de una jovencita decente. Sin embargo, don Benito será visitado por Claudia, la descocada amiga de Evelyn, quién va con la férrea intención de comprar su silencio. A cualquier precio.

Tío Antonio no tuvo la fuerza de voluntad suficiente para rechazar la grandiosa oportunidad que le ofreció el maldito de Gustavo. Ha cumplido su sueño, poseyendo en toda regla a su suculenta nuera. Sin embargo, aún queda mucho por hacer para terminar de saciar sus deseos. Cristina, por su lado, está convencida de que el nuevo macho que disfruta de su cuerpo no es más que un regordete muchacho que ha caído en las depravadas manipulaciones del señor Reyes. Una escena realmente candente es la que se desarrolla en la sala de esa antigua casa, una donde nada es lo que parece. Pero ya habrá tiempo para discutir las razones y las consecuencias; por el momento, es hora de entregarse a la lujuria.

Salvador está ansioso por comprobar si Sofía va a seguir las indicaciones de su amiga Macarena. No puede darse el lujo de decepcionar a su jefe, don Máximo Rivas, y lo sabe. Gracias al cielo, Sofía lo espera en el departamento lista para acompañarlo. Luce más bella que nunca, tal como le había indicado que se preparara su amiga virtual. Y para sorpresa de su marido, se encuentra de muy buen ánimo y arrepentida por su comportamiento del día anterior. Ambos, vestidos exquisitamente para la ocasión, se encaminan hacía el departamento del pérfido Porfirio para dejar a su bebé al cuidado de la señora Dolores. Salvador tiene un incomodo impase con el conserje, pero sale muy a gusto con el resultado. Ahora solo cabe esperar hasta dónde estará dispuesta a llegar Sofía con respecto a los consejos de Macarena.

Siempre he dicho que el universo de las gemelas es inmensamente rico. A mí me encanta su variedad en cuanto a personajes, escenarios, ambientaciones, clases sociales y situaciones de lo más creativas por parte de Cosme. Este capítulo no deja de ser de lo más provocador, cumpliendo con la promesa que Cosme nos hizo en el capitulo anterior de una forma muy excitante.

Nadia ha aceptado la cena con Alberto, su abusivo protector, y en esos momentos sigue pagando el precio de que su hija y ella vivan bajo su techo. Esto le da la oportunidad a Emma de invitar a Natalia a una noche de chicas en su casa. Todo es perfecto, hasta que las jovencitas se dan cuenta de que no están tan solas en casa como creían.

Lucía no puede creer la sumatoria de sucesos que acaba de vivir. Por si no fuera poco haber sorprendido a Antonio teniendo sexo con Lorena, tal impresión la llevó al borde de un accidente que pudo costarle la vida. Si no fuera por Rogelio, el mejor amigo de su esposo, solo Dios sabe lo que hubiera pasado. Ahora, la confundida Lucy se encuentra en la gran sala de esa casona, en plena madrugada, junto a Roger, desahogando todos sus sentimientos. Ella no puede sacarse de la cabeza las consecuencias que esa velada y el maldito juego que habían aceptado jugar tendría en su matrimonio. En definitiva, Lucia encontrará consuelo en el modo de ver las cosas del amigo de su esposo, el cual, a su vez, le hará una proposición reveladora.

Cristina está sufriendo del maltrato indigno de ese viejo aprovechador que la mantiene bajo su control mediante la amenaza de divulgar las íntimas fotos que arruinarían su vida. Tal situación le produce a partes iguales una tremenda indignación y una poderosa lujuria perversa. El señor Reyes, además, sigue insistiendo en que hay otro hombre en la habitación, fotografiando todas las obscenidades que su viejo paciente la obliga a ejecutar, una idea que, por descabellado que parezca, debilita cada vez más la poca decencia de mujer honesta que le queda. Sin embargo, lo que terminará destruyendo su resistencia, serán las extraordinarias revelaciones de don Gustavo, quien maquiavélicamente le ira dando pistas de la verdadera identidad del desconocido que está siendo testigo de las indecencias que ha estado obligada a realizar.

Salvador ya está en conocimiento de la verdad de todo lo acontecido con su hermosa esposa las últimas semanas. Sus sentimientos, sus temores, sus sacrificios y su infidelidad fueron expuestos por ella misma en esos mensajes enviados a Macarena, el alter ego de Salvador en el foro de esposas de cornudos. Así ha quedado claro que la pobre Sofía nunca tuvo esos impulsos de puta que su desquiciado esposo había creído ver a través de las cámaras instaladas en el departamento. Sin embargo, lejos de dejarse dominar por la culpa o de sentir compasión por su inocente y honesta esposa, Salvador no ve más que la posibilidad de seguir empujando a Sofía a convertirse en una adultera consumada, una que a la postre disfrute de hacerlo un cornudo en toda regla. Con este fin es que decide poner en práctica un plan que le permitirá manipular a la musa de sus fantasías y así conducirla por el camino de sus intereses. Tal idea tendrá una aplicación muy útil incluso antes de lo esperado.

Lorena ya ha asumido en cierto grado el sacrificio que trae consigo el papel de Joselyn. Sin embargo, aún más incomoda se siente cuando conoce a sus compañeros de reparto, puesto que quien interpretará a su amante en la serie será un actor con reconocida experiencia, pero poco talento según ella. Al comenzar las grabaciones, la perspectiva de Lorena tal vez cambie, ya que la experiencia será chocante, dejándola muy confundida.

Con el apoyo de su familia, Lorena se esforzará por obtener el ansiado papel que tanto desea, pero pronto se da cuenta de que el éxito tiene un precio. En una de las entrevistas se entera de que deberá cumplir con ciertos requisitos que distan mucho de lo que ella se había imaginado al momento de presentarse al casting. La línea entre la realidad y la ficción se volverá más difícil de cruzar, y Lorena se verá arrastrada a tomar una decisión en extremo trascendental.

Salvador sigue sorprendiéndose por las confesiones de Sofía. Los mensajes que su hermosa esposa le envía a Macarena, el alter ego que él se ha creado para sonsacarle sus secretos, son tan esclarecedores como impactantes. El cornudo marido apenas puede creer lo equivocado que estaba al tachar de puta a su tierna, estoica y bien intencionada mujer. Sofía no solo se desahoga con la señora Macarena, su supuesta mentora, sino que le relata con detalles lo ocurrido las últimas semanas, con su suegro, con el jefe de Salvador, con sus amigos, con don Porfirio. Pero lo que más sorprenderá al destornillado marido serán los íntimos temores de su amada. Solo cabría esperar que entrara en razón y acabara con todos sus engaños para así dejar de torturar a Sofía. Aunque la verdad es que todos sabemos que Salvador está consumido hasta la médula por su fetiche.

Gabriela y don Braulio, tomados de la mano, suben juntos las escaleras en dirección a la habitación matrimonial. Ella siente una intensa mezcla de sentimientos de culpa y ansiedad. La situación que se sucede luego está cargada de un morbo muy fuerte debido a los placeres prohibidos a los que se dan rienda suelta en aquel íntimo santuario que es la cama que Gabriela comparte todas las noches con su marido. No obstante, cuando todo acaba, Gabriela se siente consumida por la inseguridad y la duda. Mas tarde, cuando Cesar regresa a casa, ella debe encontrar la forma de mantener su atrevida aventura en el más absoluto secreto. La historia sigue explorando la complejidad de las relaciones conyugales y el conflicto interno que surge cuando las pasiones personales se cruzan con la lealtad y la responsabilidad marital. ¿Cómo manejará Gabriela esta situación y qué consecuencias tendrá su infidelidad en la relación con su marido?

Gabriela está desencantada con la grosera actitud del hombre con el cual creyó poder construir una linda amistad, y no duda en ponerlo en su lugar. Ella se mostrará fuerte, priorizando su estabilidad matrimonial ante todo. Sin embargo, sus emociones y sensualidad no le permiten desentenderse del todo del rudo soldador. Don Braulio, por su lado, perceptivo en cuanto a los sentimientos de su despampanante vecina, se muestra paciente y calculador. Y tal argucia no tarda en dar frutos, cuando Cesar, sin imaginarlo, inocentemente sirve en bandeja de plata a su esposa en la mesa del viejo calentón.

Gabriela, aunque está felizmente casada con Cesar, siente que ha caído en la rutina. Una visita de su odiosa suegra llega a alterar su tranquilo estilo de vida, lo que provoca otra discusión con su marido. Para peor, el arribo de un inesperado vecino, sin ella saberlo, cambiará el curso de su vida. Don Braulio, que ha instalado su taller en el vecindario, queda prendado de la rubia cuando esta interviene en una fuerte discusión que mantenía con su marido.

Tío Antonio esta en shock. Tal preciosidad no puede ser su nuera; pero, maldita sea, ¡sí que lo es! El pobre tío tendrá que ver en vivo y en directo lo que su socio y examigo Gustavo hace con su sobrina, con su musa, con la madre de sus nietos. Y claro, no puede hacer nada al respecto, puesto que lo último que necesita su maltrecha relación con Cristina es que ella sepa toda la verdad.

Salvador, aún afectado por el espectáculo que presenció desde su oficina, vuelve a casa. Para su sorpresa, esta vez sí que Sofía se muestra afectada por todo lo que sucedió con el viejo Porfirio. Sin embargo, la muy egoísta es incapaz de abrirse con él y ponerle la guinda de la torta al fabuloso momento que, según él, está pasando su matrimonio. Tal es el ansia que corroe al cornudo marido por escuchar las confesiones de su hermosa esposa, que recurre a la única persona con la cual Sofía podría abrirse, su alter ego del foro, Macarena.

Mireya amanece adolorida por el ajetreo salvaje al que el par de guardias de la residencial sometieron su colita. Trata de ocultarle los detalles a su madrastra, pero sin mucho éxito. Sin embargo, Ingrid, aún insatisfecha, iniciará las labores de búsqueda del verdadero macho que desvirgará a su bella hijastra. Por otro lado, Natalia vivirá una experiencia de lo más aterradora y excitante en el instituto, solo para volver a casa y encontrarse con una invitación de lo más tentadora.

El acuerdo más erótico y perverso se está llevando a cabo en el departamento de Salvador. Él, a través de las cámaras ocultas en su sala de estar, está siendo testigo de cómo su hermosa esposa ofrece su cuerpo al viejo Porfirio a cambio de la condonación de parte de la renta adeudada. Lo que el ansioso cornudo apenas puede creer, es que tal iniciativa naciera de su honesta y recatada Sofía. Ahora solo cabe esperar y ver cómo se desarrollará tan morboso convenio.

Alberto será testigo del escenario más hermoso visto en su perra vida. Gabriela se entregará al insano sujeto de formas desconocidas para ella, por lo que sufrirá y gozará hasta los mismos extremos de su cordura. Roger David, en este capítulo de doble duración, no solo nos introducirá en la aventura más turbulenta vivida por Gabriela hasta el momento, sino que con su genialidad narrativa nos meterá dentro de la miserable casucha del recién aparecido Alberto, el vergudo bribón que ha sido bendecido como amante de nuestra dorada amazona de ojos azules.

Tío Antonio ha preparado todo para el gran acontecimiento de esa tarde. No le cabe duda de que Cristina, esta vez, sí que se convertirá en su mujer. Sin embargo, las ansias del pobre suegro se ven frustradas por hechos completamente inesperados. Todos sabemos los desafortunados sucesos acontecidos en la consulta de la hermosa dentista, de la fabulosa nuera de Antonio, pero las terribles consecuencias de todo aquello aún están por dilucidarse. El miserable de Gustavo seguirá haciendo de las suyas, aprovechando el increíble portento de hembra que el destino le ha servido en bandeja de plata.

Salvador ha esperado este momento por largo tiempo. Pese a todo lo que ha presenciado hasta el momento con las cámaras que instaló en su departamento, y de las cosas que ha averiguado sobre lo que Sofía ha hecho con sus supuestos amigos, el cornudo marido aún no ha podido presenciar en directo el adulterio de su esplendida esposa. Por tanto, el acontecimiento que está por presenciar, la visita del despreciable de Porfirio a su esposa, donde le exigirá el pago de la renta, se presenta como el posible hito culmine en sus ansias de convertirse en todo un cornudo.

Gustavo ha perdido la paciencia. Esta de pie frente a la doctora con claras intenciones de hacerla suya de una buena vez por todas. Cris está en un predicamento terrible. Debe decidir si sucumbir ante las detestables solicitudes de su antiguo paciente o encarar las consecuencias de la divulgación de las comprometedoras fotografías que ese ruin sujeto, por alguna misteriosa razón, tiene en su poder. Sin embargo, existe una salida, una propuesta de lo más indecente, una que Cristina apenas puede creer que pueda salir de sus labios, pero que podría ser su única esperanza de conservar la fidelidad en su matrimonio sin arruinar su vida.

Don Alberto, el flacuchento recién aparecido, vivirá uno de sus sueños más anhelados al interior de su baño de soltero, sin imaginar las perversas lujuriosidades que aún le depara esa noche junto a tan notable rubia. Mientras, Gabriela, dejándose llevar por las ocurrencias de aquel ordinario sujeto, continúa prometiéndose que está haciendo todo eso solo con el objetivo de recuperar su dinero, y que ella no es una mujer de la vida. Sin embargo, sus cuestionables acciones no son para nada consecuentes con tales planteamientos.

Gustavo ha logrado su primer objetivo, la hermosa doctora le práctica una soberbia sesión de sexo oral. Nunca imaginó que una mujer casada tan bella y honesta pudiera brindar placer a un tipo como él de una forma tan indecente. Cristiana está cada vez más atrapada en esa lujuriosa extorsión. Se ve como la protagonista de una de sus películas favoritas, obligada a entregar placer a cambio de que su infame paciente, el señor Reyes, no revele esas malditas y reveladoras fotografías. Sin embargo, aún confía en que podrá controlar la situación y evitar caer en el flagelo de la infidelidad.

Volvió la luz y Lucía recobró en algo la cordura. Apenas puede creer todo lo que ha sucedido al amparo de las penumbras del apagón. La sala, ahora iluminada, muestra los rostros incomodos y avergonzados de los participantes de aquel inusitado juego. Lorena, sin embargo, no puede esconder su decepción ante la sorpresiva interrupción, y pronto encuentra la forma de empujar a todos sus invitados, incluyendo a la inocente y despampanante Lucy, a cerrar la noche con el más descabellado y provocativo reto.

Salvador, aún alterado por la increíble desfachatez de Sofía, debe concentrarse en afrontar la importante reunión de negocios con don Eustaquio Jarra. Tal encuentro acabará de la forma más inesperada para el cornudo marido. Luego, más tarde, como si no fuera suficiente con todo lo vivido en las últimas horas, Salvador se enfrentará a una desconcertante actitud por parte de su cambiante y bellísima esposa.

Con los planetas alineándose a su favor, Herculano continúa con las morbosas conspiraciones para llevar a cabo junto a sus dos amigos su tan esperada venganza. Ángela y Jazmín mantienen una interesante y reveladora conversación. Alejandra, por su lado, es citada a una extraña reunión con la alta Gerencia del banco. Y Petronio es víctima de una macabra y a la vez exquisita aparición en medio de la noche.

Algo ha cambiado con respecto a la última vez que Salvador y Lucía sometieran a Pastor a esa prueba donde le mienten para pasar la noche a solas con su nuera en el departamento, convencido de que ella estará toda la velada drogada en la cama. Sin duda el pobre maduro luchó lo mejor que pudo contra sus deseos de hombre, pero ha vuelto a caer en la tentación. Sin embargo, ni él, ni su hijo, que lo observa todo desde la distancia, podrían haber anticipado lo que está a punto de suceder.

Ángela está perturbada. Desnuda y abierta de piernas no puede entender el brusco cambio de idea de Herculano. Y es que el expresidiario presiente que descubrirá sensaciones nunca antes experimentadas si logra tomar posesión completa de aquella misteriosa hembra, la que lo tiene envuelto, gracias a sus místicos atributos, en un peligroso y lujurioso sortilegio.

Se dan vuelta los teléfonos, condenando a Lucía a presenciar, o participar, de una prueba que supera en depravación a cualquiera de los retos anteriores. Y es que la última carta obtenida por Joaquín le permitirá follarse a alguna de las amigas de su esposa, quizá a la tierna, recatada pero muy bella y exuberante Lucy, o tal vez a la provocativa y desenvuelta Lorena. ¿Qué le deparara el destino?

Sofía no está. Todos los planes de Salvador para esa noche se ven alterados cuando se da cuenta de que su mujer no está en el departamento donde se supone debería estar con su padre. Y lo peor es que no tiene ni idea de dónde podría estar, ni con quién. Las posibilidades exasperan a Salvador. ¿Estará con Porfirio? ¿Le habrá pasado algo malo? ¡¿Le estará siendo infiel sin darle la oportunidad de disfrutar de ello?! El aspirante a cornudo vive un calvario, hasta que se da cuenta de que dispone de las herramientas para encontrar a su mujer.

La tarde recién comienza. Don Herculano corre desesperado hacia su casucha con la tremenda gótica desnuda en los brazos. Una ansiosa pero asustada Ángela, se verá en la obligación de llegar a ciertos acuerdos lujuriosos con el expresidiario. En tanto, el viejo marginal, impresionado por la intensidad perversa de aquella ternurita tatuada, se sumirá en ese oscuro encanto en el que lo envuelve la misteriosa joven.

El siguiente reto de Lorena involucra a Tony, y Lucía apenas puede soportar lo que está pasando. Está a segundos de presenciar algo inaudito para ella; sin embargo, por alguna misteriosa razón, la versión de Lucy afectada por el tequila no quiere renunciar a ese maldito juego. Si tan solo alguien le hubiera advertido que el siguiente turno le corresponde a Joaquín, y que la suerte esta vez sí que podría favorecer al muy bribón…

Natalia vive los mejores momentos de su adolescencia. Por fin las cosas se han dado con Patricio, luego del mal entendido que tuvieron ese lejano día en que ella acabó en las garras del viejo chofer de la familia. Sin embargo, Camilo vuelve a aparecer en la vida de la hermosa jovencita, esta vez apadrinado por su amigo Alberto, el vecino de las gemelas, un tipo incluso más perverso que él. La pobre Naty, alterada por diversas emociones, está decidida a terminar con las exigencias carnales del aparecido vejete, pero la verdad es que, como cualquier hembra, la tierna muchacha no puede ser completamente indiferente al hombre que la convirtió en mujer.

Salvador, preocupado por el extraño comportamiento de Sofía, encuentra nuevas formas de flagelar la intimidad de su hermosa mujer. Así mismo, retoma contacto con su mentor en el foro de cornudos, quién se muestra especialmente interesado en los avances de su joven discípulo. A la vez, el perturbado marido descubre por accidente los desesperados intentos de su esposa por lidiar con su extraño fetiche, y desarrolla un cruel plan para sacar provecho de ello. Por si fuera poco, debe viajar fuera de la ciudad la misma noche que su padre se quedara a “cuidar” a Sofía. Son tiempos estresantes los que vive el aspirante a cornudo.

La tarde se muestra de lo más auspiciosa para Herculano. Tiene en sus terrenos a una potente joven alternativa desnuda y en un alto estado de excitación. El viejo expresidiario no tiene idea de que está a las puertas de vivir la mejor experiencia sexual de su vida. Nuevas facetas afloraran en la perturbada sensualidad de Ángela, la fabulosa chica gótica que ha quedado a merced del dueño de esos lares y de la vieja casucha con ese sucio catre.

Salvador ve cada vez más cerca el momento en que verá su morbosa fantasía hecha realidad: convertirse en un hombre cornudo. Y es que las acciones de Sofía han sido de lo más prometedoras para él. En este capítulo el desequilibrado marido, incitado por su hermosa y joven esposa, debe llamar a su padre para pedirle que “cuide” de sus chicas otra vez. Por otro lado, en el trabajo, Máximo Rivas le informa que esa cena planeada por su mujer tendrá lugar mucho antes de lo que él se imaginaba, lo que provoca en Salvador una gran preocupación, dado que teme lo que podría pasar cuando su jefe y su mujer se encuentren.

Lucía apenas puede creer lo que acaba de hacer. Nunca se imaginó que ese desafío secreto que mantenía con Lorena pudiera llevarla tan lejos, a un estado donde la decencia y la intimidad no tienen ninguna relevancia. Los turnos siguen y el mazo de los retos es el único requerido por los jugadores. Lucía se dice que es porque todos quieren obtener más puntos para ganar, pero ella misma duda de sus motivaciones. La prueba que le tocará a Antonio volverá a poner a prueba el temple de Lucy frente a los amigos de su esposo. Y revelaciones muy interesantes saldrán a la luz en la vorágine del juego.

El expresidiario está como atontado con las bellezas que por casualidad se ha encontrado al interior de su casa. Ante la belleza de sus dos posibles amantes, urde una rápida triquiñuela para ver si alguna de esas dos putillas, tal como las ve, se enreda y se abre de piernas para él sobre su cama llena de pulgas y garrapatas. Será otro sabroso descubrimiento el que le alegrará la existencia mientras sus compinches ultiman los detalles de su terrible venganza.

La vida carcelaria rápidamente cambia al joven provinciano, quien debe lidiar con diversos maleantes dentro del recinto penal. Pero el muchacho no se dejará amedrentar tan fácilmente. Después de 20 años de presidio, y devuelta en su pueblo natal el expresidiario se encuentra con suculentas novedades. Petronio, su leal amigo, se entera de cuál va a ser su papel en la extraña venganza de Herculano, una misión que acepta encantado.

Her es un campesino que vive en una alejada región montañosa. Lamentablemente el destino le tiene preparado un destino infame y cruel. Aunque humilde, tiene una vida medianamente feliz pese a haber quedado solo a una corta edad. Ya en la Juventud, cuando cree tener un destino prometedor, la desgracia se deja caer en su vida de una forma vil. Y todo por culpa de una mala mujer.

Sofía, totalmente ignorante de que es observada en vivo y en directo por su marido a través de la cámara oculta en la habitación, ha dormido a su pequeña y cabila, muy compungida, sobre la decisión que debe tomar en ese momento. Los dos caminos posibles que se presentan en su futuro son terribles, Salvador lo sabe: perder su hogar, o perder su dignidad ante don Porfirio, que en ese momento la espera ansioso en la sala con la intención de negociar con ella la postergación del pago de la renta. Los ojos viciosos del cornudo marido serán testigos del sacrificio de su dulce esposa, y ni los celos, el odio ni la culpa serán capaces de hacer meya en la incomprensible excitación que le provoca su fetiche.

La tensión se mantiene entre las tres parejas de amigos. Lucía sin duda es la más joven e inocente, y a la vez, sin menospreciar a Lorena y a Barbara, la más bella del grupo, por lo que el próximo reto que tendrá que enfrentar será de lo más interesante para todos. Las condiciones impuestas por la carta que le toca sacar obligarán a Lucy a enfrentarse a cada uno de sus compañeros de juego, arriesgando penitencias de lo más provocadoras para el caldeado ambiente de aquella erótica penumbra.

Es escandaloso. Cristina no puede creer que su tío Antonio haya fallado en la imprescindible labor de esconder su secreto, su tesoro, como él mismo llamaba a las comprometedoras fotografías que le había tomado. En esos momentos, sin embargo, la portentosa dentista se ve atrapada en pecaminosos actos no solo por las amenazas que el muy cochino del señor Reyes le ha hecho, sino que también se siente acechada por el genuino morbo que le provoca verse dentro de una perversa y erótica trama, una que parece salida de los rincones más oscuros de la imaginación de Salieri.

¿Quién es Gustavo Reyes y cómo llegó a participar en una de las más grandes historias eróticas de todos los tiempos?  Cristina estaba lista para irse a casa con tío Antonio. Incluso, dado los momentos tan especiales que le había regalado el padrastro de Miguel, se había convencido de invitarlo a ser parte de su vida conyugal, reemplazando a su sobrino en sus responsabilidades maritales mientras se recuperaba del extraño mal que lo mantenía sin deseos sexuales. Sin embargo, antes tendrá que lidiar con la inesperada visita del señor Reyes a su consulta. Al parecer, su expaciente tiene algo muy importante que decirle.

Llega el día que Salvador ha esperado con tanto deseo. Tiene todo preparado para contemplar en vivo y en directo la reacción de Sofía cuando don Porfirio aparezca en su departamento a cobrar la renta que se le debe. El desquiciado marido sabe que su bella esposa está decidida a no solo conseguir una prorroga de la deuda, sino que la condonación completa de la misma. ¿Cómo pretende conseguir semejante hazaña? Es lo que Salvador esta ansioso por averiguar. Además, nuevas y sorpresivas oportunidades se abren para él en el trabajo. Y no solo en el ámbito de los negocios.

Al parecer por fin le ha tocado a Joaquín disfrutar de un reto a su medida, uno que le haga pasar el mal rato de presenciar la seudo travesura que tuvo que llevar a cabo Barbara con su amigo Rogelio. Para mala suerte de Lucy, bien podría verse obligada a ayudar al otro amigo de su marido a obtener esos puntos tan valiosos, necesarios para ganar ese juego que nadie quiere perder. La penumbra sigue disfrazando las emociones y mancillando la moralidad del grupo. Las pruebas se vuelven cada vez más atrevidas. Lucía, algo mareada ya por el tequila, está decidida a mostrarle a Lorena, la dueña de casa que parece traérselas con ella, que no pretende rendirse y que está bien dispuesta a seguir jugando.

Salvador está pasando un fin de semana de locos. La emoción que le produjeron los sucesos de la noche anterior se ve apenas compensada por el misterio que representa la inesperada reacción de Sofía. No puede creer que su esposa sea capaz de comportarse como si nada hubiera pasado. ¿Acaso se está volviendo loco? ¿Podrá ser que su fetiche lo está afectando de tal manera que confunde sus fantasías con la realidad? Pero es imposible para él resolver tales cuestionamientos sin poner en evidencia sus pervertidos planes. Es así que comienza a prepararse para otro gran evento: el cobro de la renta de don Porfirio. Sin embargo, su hermosa esposa no dejará de sorprenderlo, regalándole una de las noches más excitantes de su vida.

La inaudita prueba que Lorena le ha impuesto a Lucía ha dejado pasmado a todos. Se desarrolla un cruento debate entre los participantes, que busca encontrar el equilibrio entre las adelantadas perversiones en que pretende sumergirlos Lorena y lo que nuestra preciosa protagonista está dispuesta a hacer. Sin embargo, nada es lo que parece en la atribulada conciencia de Lucy. Los tragos no solo han empezado a hacer efecto en ella, y el perverso contacto que deberá mantener con Barbara, una de las antiguas amigas de su esposo, la llevará a experimentar inesperadas sensaciones.

Gabriela, sin reaccionar del todo, con su cuerpo desnudo y contaminado de inmundicias, no sabe muy bien lo que ha ocurrido. Don Alberto, en un estado muy similar al de nuestra rubia, después de entender que lo que está viviendo es real y no un sueño, no perderá el tiempo para seguir disfrutándola. Nuevas sensaciones e inesperados deseos son los que podrán a prueba a nuestra potentada protagonista en medio de los bajos deseos de aquel flacuchento hombre recién aparecido en su vida. La noche continúa.

Una trucuñuela urdida por una joven herida es la que encaminará a Mireya a los más bajos actos en que podría caer una chiquilla de bien; sin embargo, será la cruel infamia de la vengativa Ingrid la que terminará de entregar a su hijastra a una cruenta noche de perversa lujuria. La gemela, mal aconsejada por su nueva madre, y herida en lo más profundo de su corazón, se encaminará sin saberlo a una ruin y placentera trampa, donde abusarán de su juvenil cuerpo de una forma impensable.

Evelyn, sintiéndose acorralada por las desdichadas vicisitudes acaecidas esa tarde en su casa, no sabe a quién recurrir por ayuda. Don Benito, por lo demás, no puede dejar de pensar en los perversos vicios en los que ha caído su nieta, rememorándolos una y otra vez, enturbiando cada vez más su, hasta ese momento, intachable moral. En tal escenario es que nuestra despampanante nenota decide que no le queda más remedio que pedirle consejo a la misma persona que la metió en tamaño lio, la misma que siempre acude en su auxilio, su incondicional amiga Claudia.

La lujuriosa noche continua en la miserable vivienda del flacuchento recién aparecido. El tal Alberto, que no pensó en consecuencias a la hora de consumar con Gabriela el acto que le estuvo vedado de por vida, se las está pasando de lujo. Gabriela, apenas consiente a causa del traumatismo, tendrá que soportar la lujuriosa tortura de aquel animal. Ninguno imagina las emociones, sufrimientos y placeres que experimentarán en total descontrol.

Roger David siempre ha sido un maestro a la hora de describir las pasiones y actos más salvajes y acalorados. Sin embargo, con esta escena parece haberse superado a sí mismo. Es sin lugar a duda uno de los actos sexuales más brutales que me ha tocado visualizar a través de una narración escrita. Y Gabriela es ciertamente la perpetradora perfecta de tal hazaña. Roger David de vuelta en gloria y majestad.

El juego ha llegado a un punto donde los participantes deben decidir si parar de una vez o seguir hasta las últimas consecuencias. Lucía apenas y podrá creer cuando la elegante y femenina Barbara lea en voz alta el reto que esta desafiada a cumplir. Las reacciones son muy diferentes; y claro, a Joaquín, el marido de Barbie, no le hará ninguna gracia lo que se supone debe hacer su esposa; sin embargo, Lorena, como ha sido la tónica de la noche, tratará de manejar los ánimos para mantener a todos en el juego. Lucy, por lo demás, sigue buscando consuelo en el tequila, sintiéndose cada vez más tentada a seguir jugando con los amigos de su esposo.

Ricardo acude desesperado a la comandancia de policía. No puede creer que una de sus hijas este metida en problemas con la ley; sin embargo, se lleva una gran sorpresa cuando le entregan a la chica que se ha identificado como Mireya del Valle. Por otro lado, la joven Natalia está viviendo un sueño en su primera cita con el joven Patricio, el muchacho que alguna vez la dejó plantada, condenándola a caer en las garras de su antiguo chofer y primer amante, el viejo Camilo. Increíbles situaciones y casi olvidados personajes se insinúan en este delirante capítulo de Las Gemelas.

El juego continúa implacable, sin importarle las dudas y las sensaciones encontradas que provoca en Lucía. La hermosa mujer ya se ha dado cuenta de que los amigos de su esposo codician sus bondades; sobre todo Rogelio, que aún goza y se aprovecha del reto que la ha obligado a sentarse en su regazo. Lorena, por su parte, no tendrá reparos en cumplir a cabalidad con las pruebas que el juego le imponga. Para mala suerte de Lucía, Tony, su amado marido, estará en primera fila para animar a su desinhibida amiga a que gane la mayor cantidad de puntos.

Ambas jóvenes se encuentran solas y desnudas, con todo el tiempo del mundo para seguir divirtiéndose. El placer, la excitación y el deseo de una por la otra lo invade todo. Claudia vuelve a sorprender a su tímida amiga con increíbles sorpresas, anticipando una tarde formidable. Sin embargo, nuestra nena ni se imagina la pesadilla que se aproxima. Una que podría convertirla en la mayor vergüenza de su familia.

Lucía sigue entregada al juego de los amigos de su esposo. Cada prueba significa un desafío para sus nervios. No puede creer lo que todos están haciendo para seguir ganando puntos; menos lo que ella tendrá que aguantar para no aguarle la fiesta a su amado Tony y a los demás. Y es que ya los retos se están volviendo bastante subidos de tono; y ella, por si fuera poco, será víctima de los incomodos avances de Rogelio, el mejor amigo de su marido. Tal es su confusión y angustia, que no haya nada mejor que tratar de calmarse con un trago tras otro de Tequila.

La primera ronda de verdades fue algo incómoda para Lucía, pero no quiere decir nada, odiaría convertirse en la aguafiestas de esa noche. Todos, a pesar de la tormenta y el apagón, parecen disfrutar de ese extraño juego, y no será ella, la más nueva del grupo, quien les eche a perder la velada. Sin embargo, ahora debe partir con otra ronda de turnos, y todos se han puesto de acuerdo en que ahora toca sacar “reto”. Lucía ni se imagina la vorágine de sentimientos que la atormentará si sigue jugando con los amigos de su esposo.

Lucía está algo asustada. La tormenta ha empeorado y ha provocado cortes de luz por toda la ciudad. Los planes de ver el partido se arruinan y, por si fuera poco, se vuelve peligroso por las fuertes lluvias volver a casa. Lo más recomendable es quedarse a pasar la noche en casa de Rogelio y Lorena, antiguos amigos y compañeros de Universidad de Antonio, su marido. También están con ellos Joaquín y Barbara, otra pareja de antiguos compañeros. Nadie sabe qué hacer para pasar el rato, hasta que Lorena les propone jugar a un misterioso juego de mesa. Eso sí, les advierte que podría ser un poco “subido de tono”.

En el presente capítulo, nuestra rubia Gabriela aún está encerrada en la casucha del tal Alberto. Llevada por las distintas sensaciones que le dicta su más femenina sensualidad, y por la necesidad de llevarse el millón de pesos que el flacuchento dueño de casa le ha robado, sufrirá una terrible experiencia, la más bestial vivida hasta ese día, inclusive poniendo en riesgo su vida. ¿Será el cuerpazo de Gabriela capaz de resistir el cruento desafío sexual al que será sometido?

Gabriela está desnuda en la cama de soltero de don Alberto, el flacuchento. Si bien siente emociones incitantes debido a lo que le ha tocado vivir bajo ese techo, no sabe si será capaz de albergar dentro de su cuerpo las grotescas dimensiones de la masculinidad del recién aparecido. Será este mismo, don Alberto, quien deberá convencer a la rubia de que no hay nada que temer. ¿Lo logrará?

Evelyn está horrorizada por la encrucijada en que la dejaron las amenazas de todos esos viejos deseosos de su cuerpo. Por más que intenta idear una fórmula para salir del problema, no la puede encontrar. Sin embargo, ya tendrá tiempo de preocuparse de aquella inminente debacle, ahora tiene que dedicarse al proyecto que debe preparar con Claudia, su rubia y vivaz mejor amiga. Las nenas, solas en casa de Evelyn, se distraerán con travesuras propias de adolescentes, probando incluso unas yerbas mágicas que las transportarán a otro mundo.

Mireya vuelve a su rutina normal en la Universidad, y Berto, el más estricto y pervertido de los profesores de la facultad, no tardará en poner los ojos otra vez en la suculenta hembrita. Sin embargo, el talante de la muchacha, fortalecido por las correrías con sus amigos de la colonia, hará pasar un mal rato al aprovechado docente. Pero, como dicen por ahí, más sabe el diablo por viejo que por diablo. Por otro lado, Ingrid, su prendida madrastra, recibirá de forma muy peculiar a don Silverio, el viejo vigilante del residencial, que irá a la casa de los del Valle a informar de las viles actividades en que sorprendió a la gemela de ojos verdes la otra noche.

Gabriela se acaba de enterar de quién tiene su dinero. Tendrá que sopesar qué tanto necesita recuperar ese millón de pesos, una cuantiosa suma que bien podría aliviar su incierto futuro. Pero es obvio que tendrá que pagar un precio. Nada es gratis en esta vida. En tanto, don Julián y el canoso Hugo seguirán ideando la fórmula para engatusar a la rubia y llevarla a la casa de su flacuchento amigo Alberto para terminar el inconcluso contrato que tienen pendiente con Gabrielita. Sin embargo, con tamaña hembra en juego, la lealtad entre los jubilados se tornará más débil que nunca.

Salvador está viendo los resultados de su descabellado plan. Pastor, su padre, claramente descompensado de la cabeza, ha invadido la habitación de Sofía con perversas intenciones. El entusiasta aspirante a cornudo siente un remolino de emociones contradictorias. La culpa, los celos y la excitación descomponen el razonamiento de Salvador, que, desde la habitación de hotel, está siendo secreto testigo de todas las aberraciones que suceden en su departamento. La pobre Sofía, en su tierna intención de complacer los deseos de su amado marido, será víctima inocente de su propia belleza.

Las razones del sorpresivo llamado de Gabriela a don Julián, uno de los tres viejos que la iniciaron en el arte de la prostitución, quedan reveladas en este imperdible capítulo. Los inestables sentimientos de Gabriela, los mismos que ella negaría hasta la muerte, la terminaran conduciendo hacia situaciones impensadas. Nuestra encomiable rubia no dejará de sorprendernos. Sus decisiones y acciones demostrarán la necesidad de cariño y pasión que embarga su corazón y su cuerpo. Ahora solo queda averiguar si el triunvirato de jubilados será capaz de aprovechar las debilidades de tan portentosa hembra.

La lujuriosa noche en la que don Eustaquio goza por separado de esas dos grandiosas hembras por fin se termina. Al día siguiente madre e hija se tendrán que ver las caras, a solas, después de lo sucedido. Por su parte, Evelyn tendrá que luchar contra esos nuevos ímpetus que ahora la asaltan. Pero no podrá preocuparse mucho de eso, puesto que el destino es cruel con nuestra hermosa protagonista, y pronto se verá envuelta en una espantosa pesadilla, una mucho peor que todas las ya vividas. Pobrecita.

Daniel está perdidamente confundido después de esa fatídica noche. No encuentra la forma de saber la verdad. ¿Las historias de Verónica en realidad le sucedieron o son solo parte de un lujurioso juego que los hizo llegar a los orgasmos más intensos de sus vidas?. Con esta incertidumbre, tendrá que afrontar el regreso de Verónica a su antiguo trabajo. El pobre hombre sufrirá como nunca ante las sospechosas actitudes de su hermosa esposa, quien debe compartir todo el día con un compañero de trabajo especialmente atento con ella. Lejos de los ojos de Daniel, Verónica sembrará inseguridad, celos y lujuria en su angustiado marido.

Luego de la inoportuna llegada de María a la casa de Gabriela, Pablo, el Chango, hará todo lo que este a su alcance para demostrarle a su amiga y exnovia que él está a la altura de acostarse con esa belleza que es la mujer de su expatrón, el difunto don Cipriano. Por lo demás, Gabriela quedará encantada con una inusual invitación. Y, por si esto fuera poco, el vetusto triunvirato de jubilados que tuvo el honor de casi emputecer a nuestra bella rubia se ve sorprendido por un inesperado acontecimiento.

Nadia está convencida de que la única forma de mantener a su hija Emma a salvo es seguir bajo la protección de Alberto. Claro, a estas alturas la abnegada madre y esposa caída en desgracia sabe la clase de canalla que es ese hombre que alguna vez se llamó amigo de la familia; sin embargo, algo ha cambiado en ese viejo miserable que hace que lo vea con otros ojos. En tal situación, la sacrificada belleza acicala su hermoso y trabajado cuerpo, convencida de que no tiene más alternativa que aceptar la invitación a salir de su ruin seudo bienhechor.

La terrible experiencia continúa. Evelyn, siendo incrédula espectadora de las perversiones en las que el vil policía envuelve a su bella progenitora, vivirá una noche espeluznante, pero llena de novedosas y muy agradables sensaciones. Mientras, la bella hembra Isabel, entregada a un exquisito morbo recién conocido, no tendrá las fuerzas necesarias para resistirse a tanta lujuria. Y como para coronarlo, lo hará sin saber que su bella hija lo estará presenciando todo.

Ha llegado el día de poner a prueba las sospechas del joven matrimonio sobre lo que provoca la belleza de Sofía en los ánimos de su suegro. Salvador, aún afectado por la incomoda situación con su jefe, debe poner todo su esfuerzo para mantener a su bella esposa convencida de seguir adelante, con el plan con su padre y con el que tienen para que don Porfirio los espere con la renta.

Gabriela, esta vez llevada por la nostalgia, y por tantas otras emociones que solo ella puede comprender, ha terminado acostada con Pablo, el Chango. Olvidada momentáneamente de la muerte de don Cipriano, seguirá compartiendo su cama con el peludo muchacho. Sin embargo, una incómoda situación la devolverá a la realidad.

Gabriela se encuentra devastada con la noticia de la muerte de don Cipriano. Es la inmisericorde soledad, la desprotección, y la falta del hombre al cual según ella amaba, lo que la ha dejado en extremo vulnerable; al extremo de hacerla pensar que pasar una noche siendo amada por alguien de sentimientos nobles podría ayudarla a sentirse mejor. Entonces ahora solo cabe preguntarse: ¿el Chango será capaz de estar a la altura de una hembra como Gabriela?

La noche por fin ha caído sobre la casa de Evelyn; y junto con ella, un gran manto de perversidad. Nuestra bella protagonista nuevamente intentará resistirse a las deliciosas sensaciones que la asaltan cada vez que su belleza la convierte en víctima de algún pelafustán sin escrúpulos. El sargento Eustaquio Sinforoso sigue poniéndola a prueba, y no tan solo a ella, sino que también a su bella progenitora. ¿Serán las beldades capaces de resistir tanta lujuria y morbo? ¿El vil policía logrará llevar a cabo su más oscura fantasía?

Salvador comenta en el foro los avances que ha tenido con su esposa y a grandes rasgos los planes que tiene con ella y otro hombre. La extraña petición de uno de sus compañeros cornudos le hace ver lo espectacular que sería si pudiera ver todo lo que pasaría en su departamento la noche que su padre se quede a solas con Sofía. Entonces decide adquirir una cámara espía, lo que desencadenará una ola de sucesos imprevisto que terminaran exponiendo a su hermosa esposa ante los ojos de un nuevo e inesperado personaje.

Nadia, madre de Emma, la hermosa pelirroja amiga de Natalia, está decidida a huir de las garras del sucio Alberto, el otrora amigo de su familia y quién se aprovecha de sus desgracias para chantajearla y abusar de ella. Sin embargo, su intento de escape no hace más que mostrarle la cruenta realidad: por sus propios medios es imposible que le pueda dar a su retoño las comodidades que disfrutan en la casa de su viejo vecino. Por su parte, Emma, ingenua e inocente como es, ha llegado a una conclusión muy parecida y toma una decisión que lo cambiará todo. Mientras, en la casa de los Del Valle, tiene lugar un acontecimiento que dejara aún más desprotegidas a las gemelas ante los macabros planes de su madrastra.

Tras apenas superar el ardiente desliz en el mercado, Gabriela recae en ensoñaciones en extremo lujuriosas. Intentará por todos los medios posibles no dejarse llevar por los ímpetus que comienzan a dominar su cuerpo, sabiendo que estos podrían llevarla a la perdición. Por otro lado, una entretenida tarde entre antiguos amigos se transformará en una pesadilla. Secretos destapados, que desencadenarán sufrimientos rezagados, encaminarán otra vez a nuestra esplendida rubia a terminar desnuda en una cama en compañía masculina.

Evelyn, apenas aceptando los terribles sucesos que se suceden en su propio hogar, hará un perverso descubrimiento, uno que en vez de espantarla seguirá confundiéndola y llenándola de morbo.  Sin embargo, habrá momentos que la harán recapacitar. Será en uno de esos instantes en el cual nuestra bella protagonista tendrá que tomar una difícil decisión. Por otro lado, Rodrigo, su novio, será blanco de otra triste desdicha.

La normalidad parece haber vuelto a la vida de Gabriela; o al menos eso piensa ella. Sin embargo, extrañas ensoñaciones, y ciertas vivencias, se esfuerzan en devolverla a la pesadilla vivida hace una semana. Nuestra rubia, por más que intenta aceptar que ese millón de pesos está perdido, no lo logra. Mientras intenta sobrellevar su vida de forma cotidiana, ni se imagina los planes que tiene para ella su desdichado destino.

El matrimonio Del Valle ha vuelto a casa. Las gemelas reciben a su padre y a su madrastra muy contentas. No tienen idea de los planes que Ingrid tiene para ellas. Mientras, un nuevo Alberto ha despertado dentro del desgarbado cuerpo del miserable vecino de las chicas. Ahora que ha consumado su tan ansiada venganza, siente que puede lograr lo que sea con cualquier fémina a su alcance. En el humilde y desdichado hogar de Sandra, la Ratona, tiene lugar una perversidad que marcará el destino de la rubia amiga de Mireya.

Daniel nos sigue contando los acontecimientos de esa tortuosa noche. Se inunda de culpa al darse cuenta de que la historia del restaurante podría ser solo una fantasía inventada por Verónica para enardecer la velada. Sin embargo, no se puede sacar de la cabeza el tiempo que su esposa pasó en el segundo piso de la casa de su madre, donde dormía Ramón, su padrastro. Ni se imagina lo que su bella esposa le contará.

Salvador apenas puede creer los sorprendentes cambios que Sofía a experimentado desde la celebración de su cumpleaños. Cada vez su hermosa mujer se muestra más desinhibida en su forma de vestir y en sus encuentros íntimos. No puede dejar de soñar con la posibilidad de ver a Sofía entregada al disfrute carnal con otro hombre. Ella ya conoce su fetiche, sus deseos más oscuros, y lejos de condenarlos, parece incentivarlos con fantasías que usan en la intimidad para potenciar sus deseos. Sin embargo, Salvador quiere ir un paso más allá, y convencer a su bellísima esposa de lo que puede provocar en otros machos, independiente de la relación que puedan tener con ella, o con él. Así es como se le ocurre un descabellado plan para poner a prueba a su propio padre. Una prueba que, por supuesto, espera que falle.

Continua la desagradable visita del sargento Sinforoso en la casa de Evelyn. Isabel, la bella madre de nuestra inigualable protagonista, no es consciente del peligro al que esta exponiendo a su hija. Todo esto será aprovechado por el lujurioso policía, que no dejará de estar atento a la más mínima oportunidad para asaltar a su candorosa víctima.

Cinco años han pasado desde aquella fatídica tarde. Angélica tiene una nueva vida, totalmente diferente a su tranquila y monótona existencia como madre viuda en eterno luto. Ahora se considera una mujer feliz, pero siente que debe cerrar el ciclo, que debe enfrentar a los fantasmas del pasado para ser completamente libre. El final de esta apasionante historia.

Gabriela se verá profundamente humillada al ser expuesta casi desnuda a un grupo de extraños. Una de los viejos con los que está encerrada se sentirá el hombre más afortunado del mundo al saber que se quedará por unas buenas horas a solas con ella. En tanto, el diabólico mecánico de don Pedro Ventura, aparecerá en escena volviendo a recordarle a la rubia las suculentas cantidades de dinero que podrían ganar juntos si ella decide seguir alquilando su majestuoso cuerpo.

Mauricio se dirige a la casa de Angélica. Se siente el hombre más afortunado del planeta, sabe que Clara y Angélica están entregadas a él por completo, y solo puede pensar en lo mucho que disfrutará de esas dos zorras en el futuro. Sin embargo, no sabe que a sus espaldas han sucedido más cosas de las que imagina, y que en esa casa no lo espera nada más que su perdición.

Los tres amigos continúan pasándosela de lujo con nuestra complaciente Gabriela, quien completamente desnuda se muestra dispuesta a complacerlos sin ningún tipo de perjuicio. Sin embargo, la rubia, al darse cuenta de que ese tal Alberto muestra serias pretensiones de querer ser el primero en darle por detrás, caerá en un imprevisto estado de cordura, pues ese hombre se gasta una herramienta de dimensiones animalescas. ¿Podrá el recién aparecido convencer a nuestra rubia para que lo deje perforarla por su conducto posterior? Sucesos tan perversos como imprevistos se sucederán en este capítulo.

Angélica es obligada a presenciar la verdadera cara de su amado Mauricio. El plan de Genaro ha dado sus frutos y su joven hijastro muestra toda su perversidad con el juvenil y atlético cuerpo de Clara. Cada revelación que se abre ante los ojos de Angélica es peor que la anterior. Todas las mentiras, justo ahora que se le ablandaba el corazón, le reventaran en la cara al pobre hijo de puta.

Después de la extraordinaria velada vivida la noche de su cumpleaños, Salvador espera con ansias que su vida matrimonial tome un nuevo y afrodisiaco camino. Pero Sofía, lejos de hacerse responsable de lo que ha despertado en su marido, se desentiende de la intrínseca promesa de su regalo. Sin embargo, nuevos sucesos mantendrán despiertas las esperanzas de Salvador. El desagradable Porfirio, sus amigos, e inesperadamente su padre, provocarán que ese perverso morbo se agite sin control en su interior.

Finalmente, nuestra desorientada Gabriela, después de haberse ido con dos hombres desconocidos de ese restorán de mala muerte, y habiendo terminado al interior de una deplorable vivienda periférica, sucumbe al alcohol, a una excitación perversa, y a las patrañas del trio de facinerosos que ansían poseerla. Los tres amigos pretenden sacarle el máximo provecho a esa imponente rubia durante esos dos días que apenas están comenzando. Lo que no saben los pelafustanes esos, es lo insaciable y vigorosa que se pone Gabriela cuando se le sabe excitar. ¿Alguno de ellos se la podrá con nuestra Diosa?

Ha pasado la primera noche de don Eustaquio en casa de Evelyn. El viejo, animado por lo descubierto en la habitación de la pendeja, sabe que si juega bien sus cartas podría terminar ese fin de semana con muy buenos dividendos. Por otro lado, nuestra bella protagonista se despertará llena de incertidumbre tras las excitantes sensaciones a las que se entregó a causa de la extravagante visita. Todo eso ha terminado por despertar en su sensualidad un perverso deseo; uno que nuestra deliciosa Evelyn luchará por sacar de su cabeza.

Mireya no puede creer lo que le ha pasado en el rincón más oscuro del antro clandestino donde fue abandonada por su novio y sus amigos. El viejo Pablo le acaba de desvirgar su agujerito posterior y ella, pese al doloroso ardor que siente en la cola, no puede decir que no lo ha disfrutado. Ahora, sin embargo, lo único que quiere es regresar a su casa y olvidar la fatídica velada. Lo que la gemela no sabe es a quién le ha encargado el perverso maduro para que la lleve de vuelta al ostentoso residencial donde vive con su acomodada familia.

Gabriela se encuentra sobrepasada a causa de las malas decisiones que ha tomado. Sin embargo, se sorprenderá a ella misma y a esos tres viejos afortunados con las cosas que es capaz de hacer cuando se siente excitada. El trio de compinches disfrutarán en demasía de la inusual función que les brindará la fantástica hembra que tienen a su merced en la casucha del recién aparecido Alberto. El primer emputecimiento comercial de Gabriela parte de una forma en extremo perversa.

Angélica no puede resistirse ante los deseos que provoca en ella la enorme herramienta amatoria de Genaro, el padrastro de su novio y marido de su reencontrada amiga y ahora compañera de cama. Dentro de la humilde casa de Mauricio, la señora antes en extremo decente se entregará a las perversiones más indecentes con tal de saciar la nueva hambre que ha despertado dentro de ella. Incluso humillará su relación romántica en los espacios más íntimos del muchacho que aún considera noble y bueno.

Evelyn no lo puede creer. Otra vez esta cara a cara con el sargento Eustaquio Sinforoso, quien no tiene ningún reparo en hacerle ver las ganas que trae de llevársela a la cama. Nuestra nena piensa en contarle a su mamá las insanas intenciones del infame policía, pero serán las circunstancias de tan indeseado reencuentro las que le harán recular. Su bella progenitora, embaucada por las falacias de aquel hombre, no está en condiciones de entender sus pervertidas motivaciones.

Angélica vive uno de los momentos más complicados de su vida. El reencuentro con Mauricio provoca dentro de ella una batalla épica entre sus buenos sentimientos y sus más intensos deseos. El amor que siente por aquel joven hermoso y amable apenas y puede contra las arrebatadoras sensaciones que siente al recordar las violentas sesiones de sexo que tuvo con Genaro. Mauricio, como cualquier joven entusiasmado haría sobre una belleza de esa magnitud, se precipita sobre ella, y Angélica no tiene más remedio que dejarlo hacer; aunque en su fuero interno no deja de compararlo con su padrastro.

Salvador, atribulado por la discusión con Sofía, está muy afligido. Pero, por otro lado, en cierta manera aliviado de que su mujer por fin conozca ese secreto que llevaba tantos años guardando. Sin embargo, pronto será su cumpleaños y Sofía le promete que le hará un gran regalo. Desconcertado y ansioso, Salvador se pregunta qué le tendrá preparado su hermosa esposa. Lo único malo, es que su mujer ha tenido que invitar a la celebración a ese viejo desagradable, conserje del edificio, el señor Porfirio.

Salvador, víctima de su extraño fetiche, ha formado parte de un sitio web donde lee y participa con otras personas que disfrutan compartiendo a sus parejas con otros. La envidia lo corroe, puesto que él mantiene en el más absoluto secreto sus fantasías, convencido de que su querida e inmaculada esposa lo despreciaría si supiera de tales ensoñaciones. Sin embargo, debido a un descuido, Sofía se enterará de todo, poniendo a prueba su matrimonio.

Gabriela, tras la larga noche de acaloradas vivencias junto a sus dos nuevos amigos, don Julián y don Hugo, se decide a acompañarlos a la casa de un sujeto desconocido.  Nuestra rubia, algo borracha, intentará cumplir con lo comprometido sin mucho entusiasmo. Sin embargo, al interior de aquella extraña casa, desbordará tanta sensualidad que difícilmente podrá contener las ganas de sus dos nuevos amigos y el simplón recién aparecido, que está decidido a jugársela para obtener algo de aquel manjar de ensueño que sus amigos han metido a su casa.

Evelyn se muestra devastada por la reciente incursión con su suegro. Sobre todo, porque la señora María, la madre de su novio, fue testigo de la infame traición cometida. Sin embargo, habrá otros y nuevos rufianes que harán lo imposible por poder gozar de las exquisiteces que nuestra grandiosa Evelyn posee por condición natural en el cuerpo. Una nueva y terrible desdicha para nuestra bella protagonista se comenzará a gestar desde la presente entrega.

Mireya ha quedado sola en la casona, el miserable antro del viejo Pablo. Apenas puede creer que tanto su novio como sus amigas la hubieran abandonado en aquel lugar. El cavernario no perderá la oportunidad, y utilizará todas sus artimañas para convencer a la gemela que él es el macho indicado para enseñarle a comportarse como una verdadera hembra. Mireya recuerda los consejos de Ingrid, su madrastra, esos que le aseguraban que los hombres maduros eran los mejores compañeros de cama.

Nuestra rubia tendrá que sortear una humillante prueba impuesta por el par de vejestorios. Sin embargo, eso no es nada. Ni se imagina la terrible decisión que tendrá que tomar ante otra brillante idea orquestada por el lujurioso Hugo. Don Julián, dividido por las emociones, no sabe si ponerse del lado de Gabrielita o dejarse llevar por las deliciosas abominaciones ideadas por su compadre. Lo que en la literatura tradicional se conoce como “el camino del héroe”, nuestra fascinante musa lo recorre como toda una puta.

El último día prometido por Genaro comienza. Angélica sabe que ya no es la misma mujer, y demuestra su conversión definitiva cuando llega el momento de una última depravación sexual con su nuevo macho. Genaro la lleva al antro miserable que tiene por cantina, donde la usará de moneda de cambio para saldar una deuda y demostrar su poder sobre ella. Lo que comenzó como una pesadilla, para Angélica poco a poco ha tomado la forma de un sueño dulce y excitante.

Después de todas las cosas que ha experimentado con Genaro, el cuerpo de Angélica le pide más y más placer, y ella no puede evitar obedecer los obscenos deseos del viejo cuando llegan al mismo hotel donde se entregó a Mauricio hace solo unos días. Angélica está cambiando, convirtiéndose en una mujer de las que le gustan al depravado padrastro de su novio, pero lejos de sentirse desdichada, comienza a disfrutarlo más allá de su cuerpo.

Gabriela no está segura si les cumplirá a esos hombres con el lujurioso pacto acordado. Sobre todo, debido a las facinerosas pruebas a las que los veteranos la someterán para flagelar tanto su moralidad como su cuerpo. Entonces, ¿qué hará Gabriela ya a las afueras del restorán? ¿Seguirá con el curso de los perversos acontecimientos que le esperan? ¿Se arrepentirá optando por intentar recuperar su vida? ¿O finalmente sucumbirá al abandono, adentrándose al oscuro mundo que le ofrece su excuñado?

Angélica debe pasar otro día a merced del viejo Genaro, quién ha decidido sacarla de la casa y llevarla a una cita. Las negras intenciones del viejo son borrar todos los recuerdos que Angélica tiene con Mauricio. Para sorpresa de la hermosa señora, mientras más tiempo pasa con ese maldito sujeto, más se deja llevar por la perversión que crece en su interior.

Mireya por fin se encuentra con Eduardo en el antro clandestino del viejo Pablo. La gemela desconoce que su novio ha pasado el día revolcándose con su ex, la fabulosa morocha Daniela. El Goku ha dejado todo su ki en aquel furtivo encuentro, por lo que no es capaz de responderle como corresponde a Mireya. Muy por el contrario, Daniela no ha quedado satisfecha, y más temprano que tarde terminará subiendo las escaleras a la oficina del viejo Pablo. Todos estos acontecimientos, y otros que involucran a todos sus amigos, serán la antesala para el terrible destino de la hermosa gemela.

La infidelidad de la cada vez menos arrepentida Karina sigue su cauce en la pecaminosa noche que está viviendo junto a don Renato y Guillermo.  Habrá una infinidad de sentimientos contradictorios que le harán juramentarse que solo dejará que don Renato posea su cuerpo, pero no a ella, no a su persona. ¿Serán estos sentimientos suficiente blindaje para salvaguardar la moralidad de nuestra bella catequista?

La infame violación sigue en la casa de Angélica. Margarita y Genaro buscan seguir aprovechándose de ella, y esta vez le enseñaran los placeres de algo que nunca ha experimentado. Mientras el cuerpo de Angélica se expone a desconocidas sensaciones, su mente comienza a resquebrajarse, preguntándose si acaso todo lo que está viviendo de verdad es tan malo.

Una ebria Gabriela continúa entreteniendo a esos dos viejos, que cada vez se sienten más excitados en presencia de esa rubia beldad y las bondades de sus formas femeninas. Entre bailes, conversaciones e intrigas lujuriosas, con nuestra rubia resistiéndose hasta el cansancio ante las exigencias de su propio cuerpo, el trio llegará a un singular acuerdo; uno que Gabriela jamás habría vislumbrado.

Angélica se encuentra cada vez más confundida por lo que Genaro y Margarita le están haciendo. Sabe que debería sentir miedo y vergüenza, que esa mañana para ella debería ser una completa pesadilla, pero pronto aceptará que no es así. Contra su voluntad, su cuerpo empieza a dejarse llevar por el deseo. ¿Podrá Angélica seguir manteniendo su mente y corazón entregados a Mauricio, o el viejo Genaro logrará su cometido de hacerla su nueva mujer?

El precio de la ambición lleva a Karina a ponerse de rodillas ante don Renato, con su marido durmiendo en la misma habitación. La bella catequista se siente humillada y asqueada por las condiciones que la tiene el jefe de su marido. Son cerca de las tres de la mañana, solo faltan un par de horas para que amanezca, y Karina ni siquiera imagina las morbosas indecencias que don Renato tiene preparadas para seguir mancillado su matrimonio.

Sigue la pesadilla de Angélica. Luego de haber sido tomada a la fuerza por el Genaro, siente remordimiento, miedo y odio hacia sí misma por haber disfrutado con el sexo brutal del que fue víctima a manos del viejo padrastro de su amado Mauricio. Solo espera tener la oportunidad de escapar de tan espeluznante situación, pero Genaro le tiene una sorpresa: No está solo.

Paola no lo vio venir, y ahora es víctima de los insidiosos planes de la señora Ester. La morena está en la cama haciéndose la dormida mientras Juan Carlos y su amante la rodean y la admiran. A veces, cuando piensas que todo va bien y que tienes todo bajo control, sucede algo que lo cambia todo. Quién cerró el libro y lo tiró por la ventana después de lo acontecido en “la boda roja” no debería leer este capítulo.

Natalia revive terribles experiencias cuando se encuentra con Patricio, el chico que la dejó plantada y permitió que el viejo Camilo la desvirgara. Sin embargo, los más enervantes acontecimientos se suceden en la casa de Emma, donde la gemela va con intenciones de pasar una inocente noche de piyamada y películas junto a su amiga, su hermosa madre y el caritativo señor que las acoge, don Alberto.

Definitivamente el ambiente en el ordinario antro en el que Gabriela fue abandonada por don Pedro se pone más candente a cada momento. Nuestra rubia, con la mente dormida por el alcohol, aunque juguetona como siempre, sigue diciéndose que sabrá manejar la situación. La diva comienza a darles pequeñas probaditas de lo suyo al par de vejetes, y logra, sin ser consciente de ello, el descontrol absoluto de los veteranos. La acalorada noche de juerga continua, tomando direcciones cada vez más peligrosas para la bella Gabriela.

Angélica se encuentra viviendo una pesadilla. El hombre amable al que le permitió entrar a su casa, el padrastro de su querido Mauricio, la ha traicionado y la tiene a su merced para abusar de ella como le dé la gana. Genaro no se conformará solo con poseer el cuerpo exuberante de Angélica a la fuerza, pues su objetivo es convertirla en su mujer por completo. ¿Será capaz la hermosa mujer de resistirse ante la avalancha de placer a la que el viejo pretende someterla, o caerá rendida, traicionando el amor que siente por Mauricio?

Mariana se desvive por hacer olvidar a Jesús. Su cuerpo y su intrínseca sensualidad envuelven el ánimo herido y cada vez más excitado del ex novio de su hermana. El muchacho vive una cruenta batalla interna. No sabe si debe dejarse llevar por los deseos animales que han despertado en él, o por el amor que aún siente por Clara, que le dice a gritos que cometer aquel pecado significaría el final definitivo de su relación. Por otro lado, el verdadero monstruo oculto tras la máscara de padrastro preocupado y hombre honesto se muestra ante la inocente Angélica.

Jesús no puede soportar el alejamiento de Clara. Está enamorado y decidido a arreglar las cosas con su novia. Con esa idea en la cabeza, haciendo oídos sordos a todas las advertencias de la joven, va a verla a su casa. Sin embargo, Clara no tiene piedad y le hace una confesión que le rompe el corazón. Mariana ve la oportunidad perfecta de acercarse a Jesús. Es hora de llevar a cabo la etapa final de sus planes y quitarle de una vez por todas el novio a su hermana.

Gabriela se siente aterrada compartiendo su mesa con un hombre desconocido. Aún no se explica cómo fue capaz de llevar a cabo la enajenación propuesta por su cuñado. Sin embargo, el alcohol poco a poco empezará a confundirla. La noche es joven y, con el paso de los minutos y los tragos, nos ira mostrando a una Gabriela más distendida. Son muchos los hombres en aquel restorán que tienen los ojos puestos en la flamante rubia. Pero finalmente será solo ella quien escogerá al afortunado que logrará sacarla de aquel ordinario antro con destino incierto.

Paola se embarca en un viaje lleno de lujos. Espera conseguir grandes avances en su relación con el señor Cerda, el acaudalado cliente del bufete De la Piane. Sin embargo, apenas comenzando, se dará cuenta que la experiencia de compartir varios días con su marido y la señora Ester De la Piane le resultará mucho más difícil de lo esperado. Una nube negra se cierne sobre los cuernos de la atribulada adultera.

Nuestra rubia Gabriela está decidida a demostrarle a su asqueroso cuñado que no todos los hombres son iguales. Sentada a solas en una de las mesas de aquel tugurio de mala muerte, bajo la vigilante mirada de don Pedro, inicia una tímida provocación a un hombre desconocido. Lo único que espera es que ese señor no reparé en su inapropiada conducta, o que la ignoré. Pero la situación comienza a complicarse. Este será el prefacio de la larga noche que le espera.

Mauricio y Angélica siguen con su noche de pasión en el hotel. La exuberante milf decide devolverle la mano a su joven enamorado y liberar todos los instintos que sus buenas costumbres han mantenido a raya toda su vida. Es así como se dispone a regalarle a su amante algunos tratamientos que jamás ha llevado a cabo, ni siquiera con su difunto marido. Por otro lado, el muchacho toma una decisión trascendental con respecto a sus planes de hacerse con la fortuna de la bella mujer.

Las chicas han quedado solas en casa por algunos días, y cada una de ellas tiene planes para aprovechar aquella inesperada libertad. Mireya, ansiosa por ver a su novio, decide ir a verlo por primera vez sola a la colonia. La chica no anticipa la reacción de algunos supuestos amigos, que, al verla sin la protección del Goku y su hermanastra, se verán tentados a propasarse con ella. Sin embargo, el verdadero peligro asoma en el horizonte cuando Daniela ve la oportunidad de desquitarse de la gemela.

Paola está en pleno progreso con uno de los elegidos para ayudarla a llevar a cabo su venganza. Don Julio, un maduro jubilado que Juan Carlos detesta, la tiene a su completa merced en la sala de su casa. Ella se ha dejado cautivar por los modos caballerosos y las habilidades manuales del vecino, y disfruta a concho de todos los deseos que es obvio que despierta en él. Sin embargo, un suceso inesperado la obliga a enfrentarse a una situación crítica que podría arruinar su vendetta.

Don Renato ha logrado emprender en dirección al departamento del joven matrimonio. Amparado en la oscuridad de una céntrica gasolinera, agotará todos los recursos necesarios para excitar a la bella hembra que Guillermo tiene por esposa. Sus deseos por volver a tenerla lo superan. Pero Karina no dudará en resistirse. Sabe del error cometido hace una semana atrás, y está arrepentida. Sin embargo, justo cuando cree que podrá mantenerse integra, se verá acorralada por el jefe de su esposo y tendrá que tomar una rápida decisión.

Paola vuelve a casa después de esa violenta sesión de sexo con el Mono. Para su sorpresa, Juan Carlos la está esperando. Algo que no esperaba ha sucedido en su ausencia, y algunas indagaciones de su traicionero marido avivarán el odio que arde en su corazón. Por otro lado, don Julio se ha tomado algunas libertades que abrirán las puertas a una nueva relación con su fabulosa vecina.

Angelica y Mauricio viven el climax de su perfecta cita. El muchacho sigue cuestionando los inesperados sentimientos que han empezado a calar en su corazón. Y la nueva y entregada forma de amar de la apetecible milf no le ayuda en nada a apaciguarlos. La madura belleza, por el contrario, sufriendo los placeres más intensos de su vida, no tendrá pelos en la lengua para declararle lo que siente a su joven novio.

Paola ha bautizado de una forma muy gratificante a su sexto amante. Sin embargo, su venganza aún está lejos de completarse a cabalidad. Para eso no solo debe preocuparse de elegir a los afortunados que ocuparan las cuatro plazas aún disponibles, también debe darse el tiempo para mantener la pasión de los demás, de los que ya cuentan con el beneplácito de sus encantos.

La entretenida noche en el restorán de mala muerte continua. Don Pedro poco a poco está dándole a entender a Gabriela sus infames intenciones. Nuestra Gaby, con todos sus femeninos sentidos en alerta, se negará rotundamente a dejase arrastrar por las falacias de su asqueroso cuñado. En ningún caso estará dispuesta a ejercer la prostitución. Sin embargo, no logrará zafarse de la insistencia malintencionada del vejete, quien no tardará en idear una estrategia que pondrá en jaque a la ya mareada rubia.

Ramiro esta viviendo una experiencia imposible. Después de ver furtivamente como la hermosa mujer de su jefe se daba placer en su habitación, una canallesca trampa urdida al parecer por don Juan Carlos, en esos momentos lo tiene empapado y a merced de los cuidados de la fascinante señora Villagrán. El muchacho no imagina el auspicioso futuro que Paola tiene planeado para él. Solo quedan cuatro cupos que llenar para reunir a los diez.

Nuestra Gabriela se encuentra dubitativa. Después de lo que don Pedro le hizo en su última visita, no sabe cómo reaccionará cuando su cuñado llegue a buscarla. Sin embargo, se preocupa de esperarlo con un increíble acicalamiento corporal, uno que podría matar de un infarto a cualquier mortal que tuviera la fortuna de llevarla a la cama. Un viejo amigo llega a visitarla y la saca momentáneamente de los amargos momentos que está viviendo. Nuevos sentimientos, inclusive inimaginables, aflorarán en su compungido corazón.

Paola ha preparado el escenario ideal para seducir a otro de sus amantes, a otro de los diez afortunados que la ayudaran a llevar a cabo la implacable venganza contra Juan Carlos. Está sola en casa y espera la llegada del joven Ramiro López, el menospreciado y maltratado asistente de su marido. Tiene todo planeado para regalarle al imberbe muchacho la experiencia de su vida. La esplendorosa mujer debe reconocer que algo en su interior ha cambiado. El furibundo libertinaje al que se ha entregado los últimos días cada vez se vuelve más desenfrenado y menos forzado.

Mauricio lleva a cabo una importante parte del plan para terminar de enamorar a Angelica, la hermosa mujer a la que pretende robarle su fortuna. Sin embargo, lo que debería ser una misión fría y práctica, se convierte en una experiencia llena de sentimientos encontrados cuando el infame muchacho empieza a disfrutar de verdad de aquella cita. Situaciones llenas de amor, de libre coquetería, de promesas de felicidad, que terminarán convertidas en mero combustible para el fuego abrazador que se ve en el horizonte.

Paola está encendida. Lo vivido aquel día ha hecho mella en su ánimo de formas insospechadas, encendiendo sus instintos de mujer y sus ansias de venganza. Sabe que ha llegado la hora de pasar a otro nivel con don Genaro, el dependiente de la tienda de artículos eróticos del barrio San Esteban y uno de los diez. Lo que no sabe es qué tan lejos llegará con el deshonesto voyeur y ese rígido juguetito, el Falo1020.

Han pasado días desde la última visita de don Pedro. Gabriela, terriblemente afectada por lo sucedido, acepta que su vida ha tomado un rumbo incierto, y que debe hacer algo rápido para tratar de recuperar su felicidad. Pasa otro mal rato en el mercado, haciendo sus compras, antes de decidirse a realizar una visita a su antigua vida, a la familia que dejó atrás por razones que hoy apenas entiende.

Gabriela esta desesperada. Nunca entes, ni con don Cipriano, se había sentido tan vulnerada. Sin embargo, la lujuriosa visita de don Pedro, gracias a un bombardeo de viles abusos, harán que Gabriela termine por sufrir emociones alucinantes. La rubia, sin saberlo, sellará su desdichado destino apagando la última luz de esperanza que aún quedaba de su antigua vida de casada.

Clara otra vez está con Ramiro, el maduro vecino que siempre la ha deseado. Viste un conjunto deportivo muy sexy ante los ojos de aquel sujeto, quien la tiene a su completa merced en la privacidad de su casa. Pero está vez algo es diferente. La muchacha no esta ni alcoholizada ni obligada a estar en dicha situación. La culpa y los horrores que ha sufrido la consumen de tal forma que la única escapatoria que alcanza a vislumbrar es perderse en el gozo del sexo.

La improvisada cena reunión entre empleado, esposa, y jefe se lleva a cabo en el concurrido restorán elegido por el tenaz don Renato.  Karina intentará por todos los medios posibles mantener a raya al hombrón. Está segura de que intentará sacar a su marido de en medio para quedarse a solas con ella y así terminar lo que de alguna forma habían dejado pendiente. En tanto, don Renato está fascinado por la nueva ocasión que se le presenta. No ha pasado un solo día sin recordar el momento que eyaculó en el aire. Por lo mismo, hará todo lo que esté a su alcance para que la bella mujer de su empleado cumpla con lo prometido la última vez que se vieron.

Genaro no ha perdido tiempo. Antes incluso de averiguar cuales son los planes del hijo de puta de Mauricio, ya ha logrado colarse en la casa de Angelica, la adinerada y hermosa amiga de su mujer. Por otro lado, Clara cumple con las instrucciones de los viejos e invita al bar de mala muerte de Genaro a Pablo y Gonzalo. Las dotes de la jovencita y la impresión que dejó su cuerpo en el par de mamarrachos le servirán para engatusarlos y sacarles información crucial para su venganza definitiva. En tanto, Ramiro, el menos interesado en esas truculentas tramas, solo quiere llevarse a su vecinita con él a casa para mostrarle el lindo atuendo que le tiene de regalo.

Mireya lleva una relación aún inocente con Goku. El muchacho no tardara en caer en la tentación cuando su exnovia, Daniela, lo encuentre de camino a casa con las hormonas sobre revolucionadas. Ricardo se ve obligado por sus hijas a llevar a Ingrid a un evento muy especial de trabajo, al hotel ALBATROZ, nada más y nada menos que con su amigo el licenciado Beltrán. A este evento también se sumará Manuel, su socio. Ingrid no perderá la oportunidad de saciar su sed de furcia a costa de humillar de una forma impensable a su marido.

Clara se encuentra con los dos hombres que la hicieron sentir tan bien unos días atrás y, a pesar del desprecio que le provocan, no puede evitar unirse a ellos en su misión de venganza contra el hijo de puta que le robo la virginidad a base de chantaje. Mientras, Mauricio se prepara para el mejor día de su vida. Sabe que la cita que tendrá con Angelica será la clave para el éxito de su pan. Pero algo no anda bien, pues está comenzando a sentir cosas que no debería por la hermosa y madura mujer. Por otro lado, Margarita, guiada por la sumisión hacia su marido, lleva a cabo una misión que, aunque parece insignificante, puede acabar con todas las esperanzas de su hijo.

Mireya sufre un revés terrible en la Universidad, y la única que puede ayudarla es su hermana Natalia. Las gemelas se reencontrarán después de mucho tiempo enemistadas. Por otro lado, la inocente Natalia será testigo del extraño arte gimnasta de Ingrid, quien pronto encontrará la forma de hacerla participe de tales prácticas. La joven, antes incomoda por haber visto a su madrastra en una situación incómoda, aprovechará la ocasión para conseguir permiso e irse de pijamada con su nueva mejor amiga, Emma, la vecinita pelirroja protegida de Alberto.

Tras la extraña experiencia con el hombrecillo del mercado, Gabriela decide darse un momento para la meditación en la soledad de su hogar. Casualmente, encontrará cierto material que en definitiva le ayudará a clarificar sus verdaderos intereses. Por otro lado, la rubia está empecinada en volver a recuperar parte de su antigua estabilidad. Sin embargo, una horrorosa humillación la devolverá a la realidad, a darse cuenta de que el único aliado que tiene en esta vida, al menos por ahora, es su ordinario cuñado.

El hogar de don Severiano se trasforma en un verdadero infierno, tanto para Evelyn como para la señora María. Nuestra atractiva protagonista tendrá que vivir la experiencia más lujuriosa y perversa de su vida en manos de su suegro. Pues el viejo está decidido a cogérsela a la fuerza delante de su propia esposa. La madre de Rodrigo presenciará crudas escenas sexuales que cambiaran definitivamente la imagen que hasta ese día tenía de la bella y tímida novia de su hijo.

La ardiente noche de Gabriela con don Pedro continúa. Sin embargo, habrá ciertos sentimientos que llevarán a la rubia a replantearse todo lo que está haciendo. Sin amigos con quien contar, con nostalgia sentirá el peso de la palabra soledad. Cierto personaje la va a sorprender con una entretenida, pero lujuriosa conversación que la dejara inquieta. Será el inicio de una larga, pero ardiente amistad.

Íngrid es una madre amorosa, pero insatisfecha con lo que su marido le da en la cama. Tras darse cuenta de lo atractivo que es su hijo, ya no podrá quitarlo de su mente, ni de sus sueños. Alberto es un hijo tímido e inexperto, pero lleno de libido y deseos inmorales. Su madre ha sido la musa de su despertar sexual, y la mujer a la que más desea. Ninguno de los dos piensa que sus lujuriosos deseos puedan hacerse realidad. Saben que es imposible. Pero la crisis por el coronavirus cambió la vida de muchas personas. Y esta madre e hijos, confinados a solas, no serán la excepción.

Íngrid es una madre amorosa, pero insatisfecha con lo que su marido le da en la cama. Tras darse cuenta de lo atractivo que es su hijo, ya no podrá quitarlo de su mente, ni de sus sueños. Alberto es un hijo tímido e inexperto, pero lleno de libido y deseos inmorales. Su madre ha sido la musa de su despertar sexual, y la mujer a la que más desea. Ninguno de los dos piensa que sus lujuriosos deseos puedan hacerse realidad. Saben que es imposible. Pero la crisis por el coronavirus cambió la vida de muchas personas. Y esta madre e hijos, confinados a solas, no serán la excepción.

Don Renato se ha ido insatisfecho del departamento del joven matrimonio. En los próximos días buscará la manera de satisfacer esas ganas con las que lo dejó la fabulosa mujer de su empleado. Karina retorna a su vida cotidiana y al trabajo, consternada por la falta cometida. Mantiene la esperanza de que el jefe de su marido no lo ascienda y así poder olvidar todo aquello. Sin embargo, con los acontecimientos acaecidos, se viene raudo la promoción de Guillermo. El súper jefe sabe que ahí está la clave para poder probar otra vez las suculencias de Karina.

Íngrid es una madre amorosa, pero insatisfecha con lo que su marido le da en la cama. Tras darse cuenta de lo atractivo que es su hijo, ya no podrá quitarlo de su mente, ni de sus sueños. Alberto es un hijo tímido e inexperto, pero lleno de libido y deseos inmorales. Su madre ha sido la musa de su despertar sexual, y la mujer a la que más desea. Ninguno de los dos piensa que sus lujuriosos deseos puedan hacerse realidad. Saben que es imposible. Pero la crisis por el coronavirus cambió la vida de muchas personas. Y esta madre e hijos, confinados a solas, no serán la excepción.

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Íngrid es una madre amorosa, pero insatisfecha con lo que su marido le da en la cama. Tras darse cuenta de lo atractivo que es su hijo, ya no podrá quitarlo de su mente, ni de sus sueños. Alberto es un hijo tímido e inexperto, pero lleno de libido y deseos inmorales. Su madre ha sido la musa de su despertar sexual, y la mujer a la que más desea. Ninguno de los dos piensa que sus lujuriosos deseos puedan hacerse realidad. Saben que es imposible. Pero la crisis por el coronavirus cambió la vida de muchas personas. Y esta madre e hijos, confinados a solas, no serán la excepción.

Después de la dolorosa ruptura de su relación con don Cipriano, Gabriela se siente abrumada. En ese estado es otra vez abordada por su infame cuñado, que, aprovechándose de su estado, la invita a una prometedora noche de diversión. La rubia, ajena al perverso plan ideado por su cuñado, vuelve a caer en su red de patrañas. Le es extraño, pero cada día que pasa, ve con más confianza a ese hombre, el único que se ha preocupado por ella después de todas las desgracias que le han sucedido. Inocente, ni se imagina la agotadora noche que le espera al dejarse llevar por ese miserable viejo.

El velorio de don Cipriano Ventura se lleva a cabo con masiva concurrencia. Gabriela, ignorante de lo que está ocurriendo en la otra casa de su macho, ha pecado acostada todo el día con su cuñado, según ella, vengándose. Sin embargo, ciertas novedades no tardan en hacerle comprender que su vida sigue en franca declinación. Una desvergonzada treta de don Pedro termina por volverla a sumir en el sufrimiento y la confusión. Por si fuera poco, doña Ernestina comienza a hacer los preparativos para darle la batalla final a la mujer que se atrevió a arrebatarle a su marido.

Gabriela continua en vigilia. A pesar de la humillación de haber sido botada del hospital, cree que su deber como mujer de don Cipriano es quedarse fuera y esperar noticias de su estado. Una conocida figura masculina se ofrecerá a hacerle compañía en el transcurso de la noche, y la potente rubia, al sentirse menoscabada por doña Ernestina y toda su familia, volverá a caer en las argucias de su maquiavélico cuñado. Sensaciones desconocidas y perversidades innombrables despertarán en la femenina sensualidad de Gabriela, obligándola a ir por caminos desconocidos, pero muy placenteros. Sin embargo, mientras ella goza, una desgracia de proporciones destruirá su nueva vida.

Daniel se desahoga, torturado por lo vivido esa noche, no sabe si su matrimonio ha terminado o florecido de manera aberrante. El pobre tipo nos contará como una noche de celebración se convierte en una pesadilla cuando su hermosa mujer le confiesa que fue víctima de increíbles abusos ahí donde la había dejado esperándolo. Más se impresiona al darse cuenta de que Verónica y él mismo se excitan con su relato.

Eva está destrozada por la prueba impuesta a su fé y a sus principios. Tratará de encontrar la respuesta al horrendo dilema que la aqueja en las personas que más respeta. Sin embargo, mucho antes de lo que espera, se encontrará entre la espada y la pared, obligada a decidir no solo su destino, sino el de todo el convento. Mientras, Rubí, la joven novicia, es testigo de un intenso y sacrílego ritual, cuando la madre superiora intenta por todos los medios extirpar el demonio de un supuesto padre Damian.

Gabriela está celosa. Intentará por todos los medios posibles impedir el viaje que su macho pretende realizar en compañía de María. No obstante, una tremenda tragedia viene a sacudir la vida, tanto de Gabriela como la de casi todos los personajes que circundan su nueva vida. Don Pedro, vivaz, se mantendrá al acecho para aprovechar la más mínima oportunidad para volver a llevarse a la rubia a su cochino catre.

Sofía es una patrullera valiente y decidida de la Capital. Está cansada de ver el trágico final de muchas jovencitas atrapadas en el vicioso negocio del narcotráfico y prostitución que dirige la familia de mafiosos liderada por el viejo Lorenzo. Esta cabreada ante el sentimiento de impotencia que le produce no poder hacer nada contra aquel miserable e intocable criminal. Sin embargo, su atractivo cuerpo y su bello rostro la convertirán en la candidata perfecta para una peligrosa misión que por fin podrá poner tras las rejas al responsable de tantas muertes. Sin embargo, tendrá que cometer el mayor de los pecados para cumplir sus objetivos.

Han pasado casi dos meses desde la trágica perdida de Gabriela. Don Pedro, quien ansia volver a acostarse con la rubia, se encuentra desesperado al no saber nada de ella. Gabriela, muy arrepentida por lo que hizo con su cuñado, intentará congraciarse con su don. Sin embargo, un doloroso engaño volverá a hacerla sufrir. La rubia, con desesperanza, poco apoco empezará a sentirse extraña y amenazada en ese mundo lleno de traición y de lobos hambrientos de su cuerpo.

Gabriela continúa con la bestial tarde de sexo con su cuñado. Cuando todo acaba, la culpa y el arrepentimiento toman por asalto sus emociones. La bella rubia se da cuenta de la insensatez cometida. Sin embargo, aquellos acuciantes sentimientos no significarán nada ante las nefastas consecuencias de su nueva infidelidad. En tanto, don Pedro, a espaldas de todo el mundo, cierra un lujurioso negocio con el negro Felipe.

Mauricio visita la casa de Angelica con la excusa de ir a jugar videojuegos. Para su suerte, Jesús le advierte que tiene un compromiso y no estará en toda la mañana. Es así como el maquiavélico muchacho encuentra sola en casa a la extraordinaria milf que es la madre de su martirizado amigo. La mujer lo recibe muy cambiada. Después de meditarlo mucho, Angelica ha tomado una decisión respecto a la lujuriosa relación que mantiene con el joven e “inocente” Adonis. Lejos está de darse cuenta que Mauricio en realidad no es más que un hijo de puta.

Mireya está muy nerviosa. Después de su viaje y de su autoimpuesto encierro para esconder su fuego, ya no puede esperar más para ver a Goku. Está segura de que al fin el muchacho le pedirá que sea su novia. La romántica conversación entre la pareja de jóvenes enamorados será espiada por más de un envidioso. Uno de ellos, el viejo Pablo, usará lo que vio para tratar de volver a encamarse con Daniela, la exuberante morocha que fuera la novia del Goku antes de que este se prendiera con la Gemela. Una excitante escena en el antro de Pablo y una ruin estrategia de Ingrid, acercaran cada vez más a Mireya al día de su total desvirgamiento.

Mariana no pierde el tiempo. Su plan para arrebatarle el novio a su hermana está en su punto álgido. Jesús, por su parte, angustiado por el alejamiento inexplicable de Clara, acepta acompañar a su cuñada de compras. Excitantes situaciones se darán entre el atribulado jovencito y la hermosa joven, que usará todos sus trucos para demostrarle al muchacho que ella es mucho más mujer para él que su despreocupada hermana.

Evelyn está desilusionada. Se pregunta por qué la vida caprichosamente se encarga de martirizarla. Las traiciones de su madre, de Claudia y de don Pedro la mantienen perturbada. Su único consuelo es la ilusión de mantener vivo el noviazgo con su amado Rodrigo. Será una extraña visita en su propia casa la que incentivará sus esperanzas. Sin embargo, ni se imagina las perversidades que le esperan si decide confiar en esa, en apariencia, inocente persona.

Los deseos de Genaro por la joven Clara están lejos de acabar. El viejo, además de tener intenciones de sonsacarle hasta el último detalle de su relación con Mauricio, no la dejará ir hasta comprometerla en perversos compromisos; enlazando el destino de la hermosa estudiante con sus viles planes contra su hijastro. Mariana, por otro lado, también será toreada por Ramiro con una propuesta tan ambiciosa como indecente.

La desquiciante noche de lujuria lésbica entre el par de hermosas jovencitas continua más acalorada que nunca. Ambas compañeras de instituto y amigas de la infancia no dejan de disfrutar de sus increíbles dotes. Evelyn, muy confundida después de la sorprendente noche en casa de Claudia, trata de olvidarse de los recientes acontecimientos y enfoca sus esfuerzos en elaborar una excusa convincente para Rodrigo, a quien, otra vez, ha dejado plantado. Pero esta se convertirá en la menor de las preocupaciones de la nena, debido a la inesperada sorpresa que se encuentra al llegar a su hogar.

Clara es sometida al más doloroso de sus desvirgamientos. El sexo anal con su, hasta esa noche, odiado vecino se transforma en una tortura. Sin embargo, la joven deportista no tarda en encontrarle el gusto a tal depravación, aún más perversa debido a la presencia de su hermana y al padrastro del hijo de puta de Mauricio, que presencian el espectáculo cada vez con más deseos de participar. La orgia explota en orgasmos y abre nuevos caminos en los destinos de las dos jóvenes y hermosas hermanas.

Después del movido viaje de Mireya, Rebeca y la Ratona, y del candente fin de semana de Natalia, la vida de las jovencitas vuelve a una, a estas alturas, relativa normalidad. Sin embargo, el insano vestigio de sus aventuras fuera de la ciudad que trae Mireya inflamado en el labio obligara a la gemela más avispada a vivir una singular experiencia a manos de un desvergonzado profesional de la salud. Por otro lado, los insanos deseos del profesor Berto encuentran una nueva víctima, la finalista del torneo estudiantil de tenis, la atlética y atractiva Yaneth.

Clara se ve obligada a mantener relaciones en la misma habitación donde su hermana es tomada casi a la fuerza por el viejo Genaro. La cada vez menos inexperta jovencita ve su extraño fetiche sobre incentivado a través de los ojos de Mariana, que presencia asombrada la copulación de Clara con su supuestamente odiado vecino. Ambas hermanas, cada una tremendamente deseable a su manera, están entregadas a satisfacer los sucios deseos de ese par de vergudos sinvergüenzas.

Don Pedro al fin tiene a la bella Gabriela en sus dominios. Será al interior de su destartalado camper donde el vil mecánico aprovechará todas las instancias que se le presenten para lograr que su gloriosa cuñada se decida a mantener relaciones sexuales con él. Gabriela, con las fotografías y el video que evidencian la infidelidad de su don, está confundida; vulnerable frente a las insanas intenciones del vejete.

Don Pedro al fin tiene a la bella Gabriela en sus dominios. Será al interior de su destartalado camper donde el vil mecánico aprovechará todas las instancias que se le presenten para lograr que su gloriosa cuñada se decida a mantener relaciones sexuales con él. Gabriela, con las fotografías y el video que evidencian la infidelidad de su don, está confundida; vulnerable frente a las insanas intenciones del vejete.

Gabriela está llena de dudas debido a las aseveraciones de don Pedro. En la visita a la miserable casucha encuentra ciertos indicios que podrían incriminar a su don. Una parte de ella desea y necesita creer en las palabras de don Cipriano. Sin embargo, serán los celos los que la llevarán a querer indagar más a fondo en aquel espinudo asunto. No se da cuenta de que sus deseos por conocer la verdad podrían estar llevándola a cometer otro gran error en su ya complicada vida.

Clara está desesperada. Se da cuenta que ha cometido un gran error al pensar que podría controlar la situación y a ese par de viejos. Se ha dado cuenta que el fantasma de Mauricio la sigue a todas partes, pues el amigo de Ramiro no es más que el padrastro de ese hijo de puta. Por si fuera poco, aquel despiadado juego de Poker obliga a las dos hermanas a designarse mutuamente los más impensados castigos. Y, como siempre, el alcohol hace estragos.

Casandra, después de escuchar con suma atención los consejos de Liliana, al fin recibe en su casa al señor James. Lejos de lo que cualquiera pudiera pensar, la joven y hermosa profesora no trata de forma fría y distante al hombre que la ha extorsionado y obligado a comportarse como una mujerzuela. Muy por el contrario, se porta de forma atenta y servicial; todo con tal de obtener de ese sujeto su cooperación para hacerla conocer el sexo anal.

La conversación entre el par de bellezas continúa. Evelyn no escatima en argumentos para defender su honor y decencia ante su amiga. Sin embargo, a pesar de los reparos de la inocente jovencita, Claudia se las ingenia para sonsacarle hasta el último detalle de sus involuntarias zorrerías. La rubia se sorprende de candentes maneras cuando escucha de boca de Evelyn el desfile de viejos calientes que se han aprovechado de ella. La íntima charla crea un ambiente más que propicio para el despertar de las jóvenes entrepiernas de las mejores amigas.

Clara, pese a estar muy afectada por las experiencias humillantes por las que la ha hecho pasar Mauricio, decide ayudar a su hermana con la extraña solicitud del viejo Ramiro, su vecino. La joven no tardará en comprender que esa noche de servilismo está destinada a convertirse en otra brutal pesadilla, donde su extraño gusto a ser admirada será alimentado por don Ramiro y su extraño invitado, otro viejo que le resulta particularmente familiar.

Claudia y Evelyn, maltratadas físicamente al haber estado teniendo sexo por largas horas prácticamente en el suelo, por fin se visten y se van de la miserable casucha de campo. Pero no todo iba a terminar tan fácilmente.  Falta otra horrorosa situación que el par de bellezas tendrá que enfrentar. Claudia, una vez más, le demuestra su inalterable amistad a Evelyn. Por otro lado, don Severiano desata su furia al enterarse de ciertos detalles íntimos acaecidos en el noviazgo de su hijastro y nuestra espectacular protagonista.

Don Pedro continúa con sus viles intenciones de acostarse con Gabriela, su hermosa cuñada. Son tantos sus deseos de pegarle una buena probada que pone en marcha una maquiavélica treta con la cual pretende implantar una semilla de inseguridad en la mente de la rubia. Ignorante de los planes de su hermano, Cipriano ha preparado una increíble celebración en honor a su nueva hembra, y Gabriela se siente muy feliz disfrutando con su macho. Sin embargo, su miserable cuñado llega a aguarle la fiesta; y no viene solo, sino que acompañado de una despampanante jovencita llamada Evelyn.

Mauricio llega con Jesús a casa de Angelica. La hermosa mujer madura no tarda en ser agobiada tanto por su férrea moral como por los avances del muchacho que ha vuelto a encender en ella los placeres de la lujuria. Jesús, sin embargo, está lejos de poner atención en lo que pasa con su madre y su “peor amigo”; sus pensamientos están ocupados tratando de encontrar explicación al extraño alejamiento de Clara. El joven, muerto de angustia, sale a buscar respuestas a casa de su novia, a hablar cara a cara con ella.

Gabriela por fin se ha separado de su marido llevada por ese fuerte sentimiento de amor hacia la amachada figura de don Cipriano, el vil mecánico que no dudó en arrancarla de su seno familiar a base de engaños y patrañas. La ilusionada rubia se siente enamorada. Está decidida a partir desde cero con su macho haciendo frente a las adversidades que se les puedan presentar. Sin embargo, su destino no será como el cuento de hadas que imagina. Desde ya se advienen nuevas desgracias que marcarán su vida, con hombres lujuriosos que desearán llevarla a la cama. La puesta en escena de don Pedro, su miserable cuñado, será desde el día uno una pesadilla para la encomiable Gabriela.

La noche está que arde al interior de la miserable casucha rural propiedad de Pedro Ventura.  A pesar de la resistencia que en algún momento mostrarán Claudia y Evelyn por no dejarse avasallar, sin darse cuenta terminan por aceptar ser las zorras de ambos mecánicos. Las jóvenes viven momentos de lujuria extrema y deliciosas experiencias nuevas y excitantes. Será el alba quien las devolverá con crudeza a la realidad, haciéndoles ver las impensables barbaridades cometidas, con los lujuriosos hermanos y entre ellas mismas.

Angelica está feliz y entregada en los brazos del compañero de instituto de su hijo. Sabe que una relación a largo plazo no puede darse por la diferencia de edad y su condición de madre, pero está decidida a entregarse a ese fascinante e ingenuo muchacho, aunque sea solo una última vez. Por otro lado, la realidad es que Mauricio no tiene nada de ingenuo, y está convencido de que con una buena follada podrá hacerle entender a esa Diosa madura que él es el hombre que necesita a su lado, el macho capaz de mostrarle los placeres más increíbles. Todo con tal de poseerla no solo a ella, sino también a su fortuna.

La fatídica noche de las bellas amigas apenas está comenzando. Claudia, a pesar de resistirse, es obligada a entrar a la casucha abandonada, donde al fin ve, incrédula, cómo su amiga es poseída salvajemente por don Cipriano. Desde ese momento se irá enterando de una íntima faceta de su compañera que la asombrará cada vez más. En tanto, Evelyn, quien es nuevamente traicionada por su cuerpo, descubrirá una nueva forma de gozar que le hará ver las estrellas, haciéndola olvidar que su mejor amiga está observándolo todo.

Alberto, el vecino de las gemelas, rememora la tragedia que lo convirtió en lo que es: un viejo solterón amargado. Por lo demás, Emma, la bella vecina pelirroja de las chicas Del Valle, cumple dieciocho años y lo celebra con sus amigas y familia. Ignora que un perverso personaje se esconde bajo una fachada amistosa y servicial. Será demasiado tarde cuando al fin la hermosa adolescente se de cuenta de las verdaderas intenciones de tan vil sujeto.

Adriana vuelve al trabajo después de tan acaloradas vacaciones. La relación con Raúl pasa por el mejor momento de sus vidas como marido y mujer, y Adriana pretende regalarle algo muy especial en su próximo aniversario, al mismo tiempo que espera zanjar sus temas pendientes con su querido paciente, el señor Rodrigo. El gran final de una increíble serie.

Han sido unas vacaciones llenas de placer y relajo. Adriana está feliz por todo lo que ha descubierto de su marido y lo que significará para su matrimonio. Sin embargo, hay algo que necesita resolver para que todo termine de forma maravillosa para todos: Debe ayudar a su hermana Erika, que parece tan desencantada con su matrimonio como ella lo había estado hace unas semanas.

Adriana no termina de creer todo lo que ha vivido esa noche de desenfreno. Primero se entregó a Ismael entre las rocas, solo para después dejarse raptar por Edgar y mantener con él una acalorada sesión de sexo sobre la arena a la luz de las estrellas. Ahora, descubierta por Ismael aún ensartada en la verga del albañil, la hermosa enfermera se da cuenta que esa noche está lejos de terminar.

La venganza más cruel esta en proceso. Los recientes acontecimientos no han hecho más que terminar de convencer a Paola que la única manera de recuperar su autoestima es destrozando el orgullo de Juan Carlos y así destruir el juguetito de la bruja De la Piane. El señor Cerda se muestra como un posible candidato para convertirse en uno de sus amantes y, durante ese inesperado almuerzo, sorprende a Paola con una noticia inesperada que le abrirá el camino para seguir orquestando sus planes. Eso sí, para eso requerirá de algún equipamiento extra de su tienda favorita.

Edgar ya no puede aguantar más las ganas de hacer suya otra vez a la dulce enfermera; menos después de haber sido testigo de cómo Adriana se dejaba follar salvajemente por ese tremendo negro entremedio de las rocas. Es así como el desesperado albañil poco menos que rapta a la hermosa mujer para saciar todos sus deseos. Claro, Edgar no sabe que toda la situación ha sido planeada y que la verdad es que Adriana esta desesperada por volver a probar su tremenda verga.

Claudia no acaba de creer con la clase de personajes que Evelyn pretende que salgan, menos que ese viejo malas pulgas sea el Pedro con el que su amiga engaña a su novio. Muy divertida, ignorante de lo que le espera con ese par de pelafustanes, Claudia, a modo de broma, termina aceptando la invitación a disfrutar de la feria y de las fondas. Evelyn, sin poder hacer mucho, es testigo de cómo don Pedro y don Cipriano engatusan a su amiga con alcohol y regalos. Sin embargo, los perversos hermanos no demoraran mucho en mostrar las garras.

Es un día soleado en la playa. Las parejas se distribuyen en la arena, platicando, tomando sol. Los cuerpos infartantes de Adriana y Rosa llaman la atención de los hombres. Los ojos hambrientos de Edgar recorren la anatomía de la dulce enfermera. Está ansioso por volver a verla desnuda y lista para satisfacerlo con su glorioso cuerpo. Rosa se da cuenta de la extraña forma en que ese horrible sujeto observa a Adriana. La mulata deduce que algo sucede y le sonsaca a su nueva amiga la verdad. Lejos de molestarse, Rosa propone un sabroso plan que involucra a Ismael, Edgar… y a Erika, la no menos atractiva hermana de Adriana.

Evelyn recibirá una sorprendente apuesta de un viejo conocido de su madre. Don Lucas, que otra vez está de vuelta en la ciudad, no perderá oportunidad para intentar terminar lo que dejó a medias hace algún tiempo con aquella encamable muchacha. Sin embargo, no será solo don Lucas el que está devuelta. Reaparece don Pedro, haciendo acaloradas exigencias a la joven que ha declarado como su hembra titular. Claudia, que ha recibido intempestivamente la visita de Evelyn, se entera de increíbles incursiones íntimas en las que se ha visto envuelta su inocente amiga.

De vuelta a casa, Clara observa la extraña situación que se da entre su pérfido vecino y su hermana Mariana. Por otro lado, Mauricio se recrimina los recientes acontecimientos. Está preocupado por cómo la reacción de Clara podría perjudicar sus planes con Angelica. Sin embargo, más que preocupado, está insatisfecho y ansioso de volver a gozar, esta vez como Dios manda, de la fabulosa madre de Jesús, quién sigue creyendo que el malvado muchacho es el heroico defensor de su hijo en el instituto.

A Casandra no le queda más remedio que acatar las decisiones del señor James. Algo en su interior le impide verlo como el acosador y extorsionador que la ha obligado a casi prostituirse por la web. Su regreso a la escuela para impartir clases de recuperación a Martín, el más sin vergüenza de sus alumnos, se vuelve una pesadilla cuando los efectos del juguete sexual que lleva metido en el ano empiezan a alterar sus sentidos.

Evelyn está en las garras de otro viejo lujurioso que a base de mentiras y patrañas funcionarias ha engatusado a su admirable madre y a su abuelito. En la discordia de su mente, mientras lucha por no dejarse avasallar, nace un nuevo ímpetu que amenaza con hacerla caer. Al día siguiente, cuando piensa que al fin tendrá un respiro de tanto degenerado, una conocida dupla de mal vivientes la abordará al salir de su casa, devolviéndola a una de sus peores pesadillas.

Después de una agotadora sesión de sexo con su suegro, Evelyn por fin logra escapar de sus garras. Enervada, busca restablecer la normalidad en la relación con su amado Rodrigo. Sin embargo, una fatal llamada destroza todos sus planes. Un sargento de la policía está en su hogar, ha hablado con su madre, con don Benito, y demanda su presencia. Desesperada, tendrá que llegar a su casa para, de alguna forma, evitar la mayor de las catástrofes.

Clara sigue siendo víctima del macabro chantaje de Mauricio, quien a costa de amenazas la ha obligado a convertirse en el juguete sexual de los matones que atormentan a su novio. Sin embargo, los planes del muy hijo de puta no marcharan como esperaba. Por otro lado, el viejo Ramiro empieza a poner en marcha el desvergonzado plan que tiene con Mariana para poseer a su escultural hermana menor.

Adriana siente los descalabros lujuriosos que la han envuelto el último tiempo. Sin embargo, esta vez es delante de Raúl que sucumbe a los deseos más perversos e irrefrenables. La bella enfermera se sorprende por la excitante actitud permisiva de su marido y por la potencia sexual de Ismael. Es así como Adriana termina conociendo el secreto de Raúl y muchas cosas que ni sospechaba.

Evelyn ha caído en las patrañas de don Severiano, su suegro. Nadie podría imaginar la ardiente sesión de sexo que se lleva a cabo al interior de aquella vivienda. La jovencita finalmente sucumbe a lo que su pronunciado cuerpo le hace sentir y sorprende al viejo con una tremenda insania lujuriosa. Rodrigo llega de improviso al hogar y se da cuenta de la espectacular mujer con quien está encatrado su padrastro.

Natalia no entiende los impulsos morbosos que siente por su madrastra. Desesperada, trata de deshacerse de esos deseos amorales cuando Camilo la visita de improviso en su habitación. Ingrid, por otro lado, visita al viejo Pablo en el antro. Tiene por objetivo pedirle algo muy secreto a su antiguo cliente y de paso saciar sus impulsos de zorra. Una tremenda escena donde la nueva señora Del Valle rememora sus tiempos de golfa.

Tatiana debe decirle cara a cara a la señora Marta que ha decidido no participar de las reuniones. Lo hace por don Benito y el amor que se profesan, pero esto, claro está, no puede confesarlo ante su amiga. Los acontecimientos ocurridos en este capitulo serán el caldo de cultivo para la vorágine de perversión y lujuria que nuestros protagonistas están condenados a vivir.

Por fin don Renato ha logrado doblegar a Karina. Mientras Guillermo duerme a pata suelta drogado por su propia esposa, aquel femenino cuerpo le hará sentir infernales sensaciones al jefazo, que tiene planes muy perversos para tan esperado acontecimiento. Aun así, no todo es color de rosas para el amachado directivo, pues Karina pone en la mesa una carta que don Renato nunca podría haber imaginado.

La joven Rubí se da cuenta de los sacrificios que tendrá que hacer para poder librarse del demonio que lleva dentro. Inocente, piensa que ponerse en las manos de sor Amparo es la mejor forma de obtener la salvación de su alma. Por otro lado, la madre superiora le encarga a Eva la importantísima misión de terminar de convencer al señor Reynaldo Matta para que compre los terrenos y salvé el convento.

Adriana se encuentra en una situación tan desconcertante como libidinosa. Apenas puede creer que este viviendo algo así en presencia de Raúl, que por lo demás parece encantado con todo ese juego tan… libertino. Rosa e Ismael guían a la enfermera y a su marido en un viaje destinado al intercambio de parejas. Adriana aún se pregunta cual es el gran secreto de Raúl, pero empieza a vislumbrar cual será el precio que tendrá que pagar para averiguarlo. Un punto de inflexión en esta gran serie.

Evelyn se encuentra muy arrepentida por haberle concedido aquel regalo de cumpleaños a don Severiano. La noche continua entre la parentela y amigos del festejado; con Rodrigo sirviéndole a las visitas y lavando los platos mientras Evelyn se ve obligada a comer justo al lado del padrastro sinvergüenza de su novio. Sintiéndose culpable y conmocionada, la joven toma la decisión de darle la prueba de amor a su amado, que tanto se lo ha pedido. Esto le hace sentir un poco más tranquila, aunque sabe que no es lo que su cuerpo desea. Sin embargo, cuando llega el día del feliz y romántico encuentro, otra fatalidad, urdida por uno de sus viejos y facinerosos pretendientes, viene a socavar aún más su desdichada existencia.

Natalia acude al dormitorio de su madrastra para pasar la noche con ella. Es ahí que, armándose de valor, decide preguntarle algunas cosas de mujer mayor. Por otro lado, después de concluir los asuntos que lo llevaron a la antigua casa de campo de su padre, Ricardo decide volver lo antes posible a su hogar. Sin embargo, su regreso se ve interrumpido por un inesperado encuentro que lo obliga a él y a las chicas a pasar la segunda noche de su viaje en un lujoso hotel. Quién podría haber vaticinado que todos y cada uno de ellos pasará una noche de lo más excitante.

Adriana está emocionadísima por el viaje a la playa. Es cuando conoce a la pareja amiga de su marido que el desconcierto domina sus emociones. Ismael, el mismo hombre misterioso que la había ido a ver al hospital con el pretexto que necesitaba contarle un secreto de su esposo, se presenta cómo el amigo que Raúl ha invitado al viaje. Y no ira solo, puesto que lo acompaña su esposa, Rosa, una hermosa mulata que no tarda en despertar en Adriana un sentimiento casi desconocido para ella: celos.

Evelyn, tras enterarse del motivo de la llamada telefónica, deberá lidiar con un nuevo tipo de problema. De alguna forma deberá conseguir el dinero para pagar la multa que le cursaron por prostituirse en la vía pública. Pese a todo, Evelyn goza de una temporada de calma, que aprovecha para disfrutar con Rodrigo, visitando cada vez más seguido su casa. Es durante la fiesta de cumpleaños de su suegro que otra vez tendrá que lidiar con esas extrañas sensaciones que despiertan en su cuerpo cuando se ve asaltada por las lujuriosa intenciones de algún aprovechador.

Benito hace años que no está en condiciones de complacer a una mujer por segunda vez en la misma velada. Sin embargo, esa noche no está con una mujer común y corriente, está con una diosa. La segunda tanda de sexo desenfrenado es tanto o más fogosa que la primera. Tatiana experimenta un susto de muerte y una tortura digna de los momentos más terribles de la inquisición. Todo para complacer a don Benito y convertirse en una mujer digna de su vecino…, y claro, de su marido.

Adriana debe lidiar con el doctor Garza. Él es su jefe y necesita de su permiso para poder tomarse el fin de semana que tanto ansia pasar con Raúl, con la esperanza en retomar la pasión de su matrimonio. Sin embargo, estas ideas de redención se ven prematuramente truncadas cuando la hermosa enfermera se topa con la negativa del doctor por concederle tal permiso. Por otro lado, apenada por todo lo que ha pasado con el señor Rodrigo, su paciente, Adriana comete la imprudencia de hacerle una promesa que no sabe si podrá cumplir. Rosa prepara a Ismael para el esperado viaje a la playa.