Salvador está en un aprieto de proporciones. Debe evitar a toda costa que Sofía sepa que ha sido testigo de todo lo que don Máximo Rivas, su jefe, le ha estado haciendo en la penumbra del patio. Sin embargo, saldrá del escolló comprometiéndose a lo impensado. Después de todo lo sucedido, el desquiciado marido se deberá dar a la tarea de control de daños, puesto que las reacciones de Sofía son contradictorias y amenazan con arruinar el avance de sus planes para convertirla en una esposa de cornudo completa. Por otro lado, Salvador también deberá lidiar con los demás seudo amantes de Sofía, quienes, como era de esperar, se arremolinan como aves de presa sobre cualquier oportunidad que les permita volver a gozar de los encantos de su suculenta esposa. Él mismo, por lo demás, deberá arriesgarse con una ya probada estratagema para prender las fantasías de Sofía.

El viaje de trabajo de César ofrece a Gabriela y don Braulio la oportunidad perfecta para volver a explorar su mutua atracción en el lecho conyugal de la rubia. La energía sexual que se evidenciará entre ella y el viejo soldador se sentirá en el ambiente. Aquel encuentro estará cargado de una pasión reprimida que amenaza con volver a desbordarse entre ambos protagonistas. Nuestra rubia vivirá una noche que se convertirá en un campo de batalla de deseos y miedos, donde se entregará a una novedosa fantasía, oscura y prohibida, con escenas de pasión desenfrenada y descubrimiento inminente. En la presente entrega, Gabriela se enfrentará a un peligroso escenario de deseo y riesgo, donde intervendrá un inesperado personaje. Nuestra rubia debe tener cuidado, puesto que cualquier paso en falso podría llevarla tanto al más exquisito éxtasis, como a la perdición total de su matrimonio.

Los temores que acosaban a tío Antonio en cuanto a los acontecimientos que tendrían lugar aquella tarde han quedado en el olvido. La reunión con Cristina, a solas en la casa, se ha tornado fantástica para el maduro suegro. Su nuera no solo le ha pedido otra sesión de fotos, sino que, por impensable que pudiera ser hasta ese momento, su preciosa Cris le está rogando para que la haga suya, olvidándose de la fidelidad de mujer casada que tanto había defendido antes, cumpliendo sus deseos más anhelados. Y es que Cristina está sintiéndose como nunca antes. La extraña excitación que no para de crecer en su cuerpo está convirtiendo su misión en un verdadero placer. ¿Podrá conseguir lo que desea de su suegro? ¿Cuánto le costará? Con la lujuria hirviendo en su interior, una ocurrencia de lo más masoquista se va tejiendo en su plan de obtener la ayuda definitiva del bueno de tío Antonio.

Horacio Dos Santos espera impaciente la mañana del día siguiente para ensayar a solas con Lorena, su joven y hermosa coprotagonista en la serie El Comienzo. Lorena por su lado se debate entre lo profesional y lo que está experimentado tanto física como emocionalmente, sobre todo al recibir una noticia impactante por parte del director de la serie. Al parecer su verdadero estreno por fin ha llegado, y en medio de una vorágine de situaciones, sueños y sensaciones que la confunden cada vez más. Las escenas más atrevidas y demandantes se aproximan, y ella no sabe si está preparada para afrontar tal desafío. No por sus dotes actorales, de los cuales no tiene dudas, sino de su capacidad de mantener a raya las extrañas y prohibidas sensaciones que le producen las particulares características de macho del veterano actor Horacio Dos Santos.